Acompáñame a ser Feliz. (EDITANDO)

I.

CAPÍTULO 1.

MAMÁ, LLÉVAME CONTIGO.

- Tony, ¿estás listo para despedirte de ella? - pregunta su padre colocándose detrás de él. El dolor que siente es demasiado grande pero hace todo lo posible para mantenerse fuerte por su hijo pequeño, entiende que sobre él también sopesa un gran dolor; ambos llevan a cuestas ese inmenso dolor.

- Aunque no lo esté debo hacerlo. - responde al par que da la vuelta para mirar a su padre, sus ojos están hinchados y rojos, desde que ocurrió la tragedia su llanto no ha cesado. - Es mi madre y tengo que despedirme de ella, tan solo pensar que ayer la estaba abrazando mientras me sostenía una mano con mucha fuerza, las lágrimas empapaban su rostro y con todo el dolor me pedía que no suelte sus manos y lo hice en un momento de enfado. Todavía no comprendía y la verdad sigo sin comprender mucho, pero morir no es una decisión que ella ha tomado, duele saber que a partir de hoy nunca más podré estar con mi madre y a mis diez años jamás le he dicho cuánto la amo y ahora es tarde para que lo pueda hacer.

- Hijo, mírame y escúchame. - el gran pesar que lleva en su alma trata de dejarlo a un lado para poder atender al dolor que siente el pequeño.

Tony con lágrimas en los ojos alza la vista y mira el rostro de su padre, él seca las lágrimas de su hijo y tras un largo suspiro comienza a hablar: - No te sientas culpable de nada, tu madre te ama y ella sabe que tú la amas, siempre lo supo, eres muy pequeño y esta situación te afecta pero quiero que sepas que aquí estoy contigo y prometo estar siempre para ti, a veces actuamos de mala manera cuando estamos enfadados pero lo bueno de todo eso es reconocer los errores y tratar de enmendar esta vez no volviendo a cometer el mismo error. Y no quiero que digas que ella no estará contigo porque siempre lo va a estar; en tu corazón, en mi corazón, en nuestros recuerdos, ella nunca va a dejarnos, siempre vivirá en cada uno de nosotros que la amamos. Te prometo hijo que todo irá bien.

Tony da un cálido abrazo a su padre, ambos no evitan dejar lágrimas caer, después de un momento salen del cuarto y van a la sala de estar en donde el cuerpo de su madre se está velando, ella se encuentra envuelta en unas sábanas blancas rodeada de flores blancas y negras, una cantidad de personas van llegando y dan los pésames a la familia, todos miran con lástima al pobre Tony, nadie quisiera estar en su lugar en este momento tan doloroso.

Tony se acerca lentamente al ataúd, quiere despedirse de ella, acaricia el rostro de su madre, aún se encuentra cálida como aquella mañana que ella a duras penas estaba despidiéndose de su hijo, él se acerca lentamente a su rostro y le da un tierno beso en la mejilla, parece algo irreal al ver que de los ojos de la difunda goteaban lágrimas cálidas y húmedas, Tony susurra lentamente a los oídos de su madre: - Mamá sé que no he sido el hijo más obediente, ni el que te ha llenado de mimos siempre, solo quiero hacerte saber que te he amado profundamente y tú eres la mujer perfecta, la mamá ideal que siempre he deseado, todo lo bueno y lo malo que he vivido junto a ti quedarán escritos en mi baúl de recuerdos, guardaré cada detalle donde nunca podré perderlos, los guardaré aquí en mi corazón y eso te mantendrá viva en mí, que tu descanso sea en paz mamá.

Tanto como Tony y su padre se despiden por última vez de Mariana, luego van hasta el cementerio, el lugar en donde descansará el cuerpo de ella. La entierran con todo el dolor del alma, ahora solo queda una tumba en donde poder visitarla cada vez que les haga falta, una tumba donde puedan ir a llorarla.

Esa misma noche cae una terrible lluvia, la tormenta es escalofriante, los truenos cada vez son más ruidosos, Tony no puede cerrar los ojos porque cuando lo hace le viene a la mente cada sufrimiento de su madre, desde que él tiene memoria recuerda que la mayor parte de su vida la ha pasado en un hospital acompañándola. Se da cuenta que su madre ha sufrido bastante y quizás ahora en el lugar donde esté ya no tendrá que sufrir jamás.