Matriarca Vol. 2

Capítulo 197:

─¿Ya está aliviada de sus dudas, Emperatriz? ─preguntó Rulac Lombardi a Lavini con suavidad.

La Emperatriz se vio obligada a asentir, pero su mirada no se apartó del anillo que sostenía Jovanes. Su rostro mostraba el deseo de quitárselo y deshacerse de él de inmediato.

Entonces, Lord Brown se arrodilló lentamente ante el Emperador. Después, más de una docena de miembros de la familia Brown le siguieron.

─Nuestra familia Brown ha sido perseguida por hombres no identificados, Su Majestad. Al final, para sobrevivir, se dispersaron, cambiaron de nombre y sobrevivieron ocultando su rastro. ─dijo Gillard Brown con voz indiferente. ─Pero con la ayuda del Señor Lombardi decidimos armarnos de valor. Y ahora Dios no conoce límites en la muerte, porque pude arrodillarme ante usted como familia Brown.

Ante esas palabras desesperadas, los nobles sacudieron la cabeza y se taparon la boca. Incluso los caballeros imperiales no se veían muy bien.

─Aunque me hayan robado la mano derecha, no me han quitado mi lealtad.

Fue un momento en el que los nobles también vieron las mangas derechas vacías de los Brown.

─¡Huh!

─Oh, Dios mío.

─Es cruel...

Varias reacciones estallaron simultáneamente. Y todos miraban con desprecio a la Emperatriz. Todos saben que Angenas es el único que haría algo tan terrible a los Brown.

─Los Brown y los Lombardi tienen una larga historia. ─dijo Rulac Lombardi, aflojando un poco el apretado ambiente. ─Han pasado por muchas cosas. Ahora, su majestad debe poner fin a su sufrimiento. Para que no tengan más miedo.

─¿Cómo voy a acabar con esto?

El Emperador Jovanes frunció el ceño y preguntó. Tenía una cara muy molesta.

─Necesitamos que nos ayudes a devolver a la familia Brown a la lista de nobles. La familia acaba de desaparecer debido al 'accidente desafortunado', y sus descendientes continúan su vida. Creo que es razonable que nos ayudes.

Sin embargo, una feroz reacción surgió de la Emperatriz Lavini.

─¡De ninguna manera, Su Majestad!

Mientras se acercaba, agarrando el dobladillo de su vestido, la Emperatriz Lavini dijo, mirando a Lord Brown.

─Por la razón que sea, es una familia que en su día desapareció del registro aristocrático. En otras palabras, ahora son plebeyos.

Había desprecio en los ojos de Lavini mientras miraba a Gillard Brown.

─¿Cómo puede ser tan fácil volver a ser un noble? Va en contra de la equidad, y también es una cuestión de confianza en la aristocracia.

─¿Confianza? ─Rulac dejó escapar una risa falsa. ─¿Ha dicho ahora confianza, Emperatriz?

Hacía tiempo que los honoríficos que se daban en público ya habían sido retirados.

─Así es, Lombardi.

─¡Oh, Dios mío! No puedo creer que realmente. Estoy seguro de que la Emperatriz no sabe exactamente lo que pasó con sus predecesores o cómo los Browns llegaron a esto!

De haberlo sabido, no habría salido con la palabra 'confianza' tan fácilmente.

El cuerpo de la Emperatriz Lavini se estremeció enormemente. Sin embargo, no hizo ninguna refutación significativa.

Fue porque Rulac tenía razón.

Lavini sólo sabe que Angenas se ha llevado todo de la familia Brown y ha liquidado a sus supervivientes. No sabía exactamente cómo había sucedido. Porque para no dejar pruebas, se eliminaron todos los registros relevantes. Incluso si ese es el registro de Angenas.