26. El Principio en el Fin

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Y muchos más murieron.

──¿Qué harás ahora?

Entonces Lysander me contempló con expresión hermética, las ojeras bajo sus ojos declaraban que había pasado la noche en vela, pero necesitaba más que su preocupación.

──Capitán Sinester.

Un soldado se inclinó frente a Lysander, hombros erguidos, barba bien recortada y pelo hasta los hombros. Lectar tenía ambas manos detrás de su espalda y una expresión vacía y serena.

──Tengo noticias, saerev.

Lectar me devolvió la mirada con cautela.

──Puedes hablar.

──Ella despertó.

──Bien ──lo cortó──. Seguiremos en la sala.

El soldado asintió para adelantarse a la oficina de Lysander, lo seguí con la vista hasta que desapareció en la esquina de un pasillo.

──Lectar fue rescatado de una de las zonas de guerra ──explicó el rey──. Estuvo en prisión varios años, pero nadie sabe qué fue antes de eso.

──Ya, no sabía que había sido tan obvia.

──Está bien, no lo fuiste.

La junta duró mucho más tiempo del que hubiera creído, pero no se mencionó nada sobre esa ella de la que habló Lectar, o de la ausencia de Eskandar y Ela.
Al final, el capitán Lysander solo puso énfasis en lo que haría la patrulla de vigilancia, para dar asilo a los refugiados que habían sobrevivido y reparar los daños ocasionados.

Esperé a que todos hubieran abandonado la sala, para volver a inquirir. Anya y su equipo retrasaron su salida hasta notar que no me iría.

──Creí que no querías volver a estar a solas conmigo.

──¿Qué harás ahora?

Lysander levantó la vista de sus papeles, actuó con exagerada parsimonia mientras humedecía la tinta antes de colocar el sello.

──Estuviste en la reunión ──continuó garabateando, ignorando mi pregunta.

──Así que pones mi vida en peligro, pero no me dices por qué.

Dejó la pluma en el tintero, antes de sostener el mentón con su mano.

──Anoche fuiste de mucha ayuda.

──El ataque de ayer fue un desastre ──comencé, esta vez yo ignorando su comentario──. ¿Qué vas a hacer con los levantamientos ahora?

Lysander pareció meditar para sí mismo, ni siquiera me miró al volver a hablar.

──¿Cómo sabías lo de ese hombre, Astra?

──Lo ví en una visión.

──Claro ──Realizó una mueca, nada convencido, como si hubiera descubierto algo que no supiera.

Exhalé de forma profunda, luchando por mantenerme serena, escuché pasos al otro lado, me imaginé soldados sujetándome para arrastrarme lejos de ahí, y hasta las mazmorras. Ignoré el miedo a un lado.

──Feryal me contó todo, como la ayudaste con el informante ──expuso──. Dijo que ella te lo ordenó y no tuviste más remedio.

Fue sido un lindo gesto, pero dudaba que Lysander lo creyera.

──Maté al informante ──aclaré antes de que lo preguntara──. Lo dejé en la nieve sabiendo que nadie se acercaría a esa parte del bosque, luego convencí a la cocinera de que ella lo había visto escabullirse por la noche, rumbo a otra ciudad con joyas de Feryal.

Sonata Siniestra©Where stories live. Discover now