Matriarca Vol. 2

Capítulo 175:

─He llamado porque han llegado muchas cosas de Lombardi ¿Quieres echar un vistazo?

Ahora que el barco de Pellet había llegado, Larane, que esperaba una carta de Tia, se quedó con los ojos redondos. Era porque había muchas cosas apiladas una a una hasta formar una pequeña colina donde Luman señalaba.

─¿Quién es esto?

Al acercarse con cuidado y mirar entre las cajas, Larane encontró dos sobres de cartas en una pequeña cesta.

El sobre rojo era una carta de Tia.

[Querida Lara

Me alegro mucho de que hayas tenido un compromiso seguro. Te enviaré un regalo de felicitación por el compromiso en nombre de Pellet Corporation.

Dijiste que la boda era en un año, ¿verdad? Sé amable conmigo. Te escribiré de vez en cuando. Una vez más, felicidades por tu compromiso.

Tia

P.D. Si necesitas algo más, díselo a la sucursal de Pellet en Luman. Te dejaré ir todo lo que quieras].

Tras leer la carta, Larane echó un vistazo a las cajas apiladas. Podía ver que la mayoría eran artículos de la marca Pellet.

─Oh, es...

Y rápidamente caí en la cuenta de que eran productos que me encantaba usar cuando estaba en Lombardi.

¿Le preocupaba que pudiera echar de menos la casa?

A primera vista, parece indiferente, pero la sensación de estar preocupada por mi se ha transmitido.

Y la segunda carta es.

─Ah, ¿abuelo...?

El nombre del remitente, 'Rulac Lombardi', estaba escrito en el exterior de un simple sobre tintado. Las yemas de los dedos de Lara temblaron al sacar el papel de la carta.

El contenido no era tan largo.

[Felicidades por tu compromiso, Lara

No olvides que siempre eres Lombardi.

Desde lejos, tu abuelo].

─Ah...

Larane derramó lágrimas con una sonrisa. Luego se acercó a una gran caja con el sello de Lombardi. Los rápidos sirvientes de Luman abrieron cuidadosamente la tapa.

─¿Y esto?

Dentro de la caja había un juego de porcelana blanca bellamente grabado con el Árbol dorado, símbolo de la familia Lombardi, en oro.

Todo estaba perfectamente equipado, incluyendo docenas de platos grandes y pequeños y utensilios de plata pura, por lo que sería perfecto para invitar a los huéspedes a una cena de inmediato.

Luman, que se acercó en silencio y lo confirmó, asintió.

─He oído que, desde tiempos remotos, es costumbre en el Imperio regalar una porcelana con el sello de la familia en caso de matrimonio oficialmente permitido por el jefe de familia

Luego miró la enorme cantidad de sus cuencos y sonrió.

─Este es el tamaño de Lombardi.

Al mismo tiempo, suspiró en voz baja como si no pudiera evitarlo.

El árbol dorado, que brillaba más bajo la intensa luz del sol del Este, parecía decirle a Luman.

Prepárate si no cuidas a mi nieta.