Madara Uchiha en Harry Potter

Capitulo 5 :

De vuelta en el callejón Diagon, "Madara Madara, vamos a esta casa del té, es muy popular además de que ahora no hay muchos clientes". Señala William y Madara lo sigue.

Entran al local y buscan alguna mesa apartada, una señorita se acerca a ellos y toma la orden, "mmn... yo quiero algún té de canela, Madara cual prefieres tu". Pregunta

"...té verde". Dijo sin pensarlo mucho, era probable que existan muchos recursos similares a su mundo.

"Oh! Si, recientemente hemos incluido esta variedad, ¿desean algún acompañamiento?". Comenta mientras entrega una pequeña lista.

"No gracias, ¿tu Madara?"

"No" niega

"Bien, enseguida traigo sus pedidos". Asiente y despide media vuelta

"..."

"...". Silencio

William sonríe mientras Madara se mantiene neutral.

"Madara Madara, ¿no crees que llamarte así es un poco largo? Que tal si te llamo por algo mas corto, que tal mnnn... 'Maddy'"

"No", William fue recibido por una negativa.

"...que tal 'Mada' ¿eh?"

"..."

William no parece querer rendirse.

"... de acuerdo"

"¡Si!. Mada Mada se te apega muy bien..."

Madara suspira, tiene el presentimiento de que, en caso de no haberse rendido William podría seguir con el tema hasta convencerlo de que el nombre le queda exactamente bien.

"...". Frente a él, William parece estar esperando algo.

Incomodo pregunta. "... ¿pasó algo?"

"...Mada... no te escuche ninguna vez llamarme Will". Dice tratando de acercarse al otro para molestarlo.

"...". Cierra los ojos y contiene su humor.

Está maldito. Deben haberlo maldecido mientras ajustaba su guardia, lo sufriente como para que empiece a aceptar cualquier tontería de este adulto mimado que tiene en frente.

"...". Ansiedad.

Madara siente la boca amarga, como si fuera a vomitar parte de su bilis "... V-Will"

"¡¡suspiro!. ¡Si!, tranquilo Mada Mada, yo sé que tus habilidades sociales no son muy buenas como que digamos, pero yo, William te ayudare a salir de este ciclo de inadaptado social"

... ¡Romper!

El rostro de Madara es el mismo al fondo de una olla; al mismo tiempo, está mandando toda su chakra para retenerse a si mismo y no romper esta bonita cara que tiene al frente, lo suficientemente afectado como para sentir un trago de sangre atracada en su garganta. Si fuera consciente de estos hechos, William agradecería a la camarera mil veces por llegar en el momento oportuno antes de una posible tragedia y ocupar las manos de Madara con una delicada taza de té oriental.