D.C-Complicacion

I

Conan nunca ha tenido realmente lo que otras personas llaman un dilema moral. Él sabe cuál es su posición en lo que respecta a sus creencias, y es lo suficientemente terco y orgulloso como para no apartarse de ellas. Incluso cuando las cosas se ponen difíciles, o cuando una situación es particularmente difícil, descubre que es el " cómo" de llegar del punto A al punto B lo que es difícil, no el " qué" es el punto B.

Entonces, cuando, por primera vez en su vida, se encuentra perdido de lo que quiere, en realidad no sabe por dónde empezar a analizar. Por un lado, Haibara yace en sus brazos, sangrando por la herida de bala en su pecho. Por el otro, Ran está en este edificio en algún lugar, secuestrado por algún miembro desconocido de la Organización.

Él sabe que llegará ayuda, pero no sabe cuánto tiempo les llevará llegar aquí, y si deja Haibara, ¿quién presionará la herida mientras ella espera? Tiene la sensación de que si se va, no volverá a verla nunca más.

"Kudo-kun," su voz es débil, ronca por el dolor. "Ve. Ve a buscarla."

Él la mira con los ojos empañados por la confusión. "Yo ... no sé qué hacer", confiesa en voz baja. "No sé si quiero ..."

"Lo hago", interrumpe. Su voz es más fuerte y cuando la mira a los ojos, son claros. "Sé lo que quiero. Quiero que encuentres a Ran-san."

Traga y, de repente, también sabe lo que quiere. También sabe que tendrá que vivir con las consecuencias de su decisión por el resto de su vida.
              
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La estadía de Haibara en el hospital es más corta de lo que pensaban. La liberan en un par de semanas, aunque le dicen que debe quedarse en cama por un tiempo incluso cuando llegue a casa. Agasa la cuida, pero comienza a notar que parece particularmente triste.

"Ai-kun", dice un día mientras le trae sopa. "¿Está todo bien?"

"Por supuesto", responde ella. "La Organización fue derribada, y de alguna manera, todavía estoy vivo. ¿Cómo es posible que las cosas no estén bien?"

Agasa guarda silencio por un momento, pero luego decide abordar el tema de cabeza. "Sobre Shinichi", comienza.

Es interrumpido por el sonido de voces en el piso de abajo.

"¡Ai-chan! ¡Hakase!"

"¡Haibara-san!"

"¡Hey, chicos! Les dije que se callaran. Ella podría estar durmiendo."

Ai mira al profesor en cuestión, pero se encoge de hombros.Claramente, la visita de los niños hiperactivos del Shounen Tanteidan no es idea suya. Solo toma otros 3 minutos antes de que Conan se asome en el dormitorio.

Es la primera vez que lo ve desde el desmantelamiento de la Organización.

"Oye", le sonríe. "Estas despierto."

"¿Están los niños abajo?" Pregunta Agasa, poniéndose de pie.

"Sí", asiente Conan. "Oye, Hakase, ¿te importa si yo ...?", Le hace un gesto a Ai y se encoge de hombros, pero Agasa lo entiende.

"Entonces estaré abajo con los niños", les dice.

El profesor sale de la habitación y Conan espera hasta que la puerta se cierra firmemente detrás de él antes de volverse hacia Ai.

"¿Como es ella?" Es Ai quien habla primero, tranquila y culpable.

"Ran estará bien", responde Conan, con ojos tristes pero decididos.

"¿Por qué?" Ai continúa. "Te dije que te fueras. Deberías haberte ido. Ella no habría sufrido tanto si te hubieras ido".

"Lo sé, pero es culpa mía, no tuya", dice. "Lo hice porque me necesitabas más que ella. Ran vivirá, pero sabía que si te dejaba, nunca te volvería a ver".

"Realmente no importo mucho, ¿verdad?" pregunta con sarcasmo.

Él se inclina hacia adelante y agarra sus manos con dureza, sus ojos sosteniendo los de ella. "No. Nunca. Di. Eso", muerde. "Me importas a mí. Importas a Hakase, a Ayumi, Genta y Mitsuhiko."

Ella baja los ojos, incapaz de sostener su intensa mirada."Gracias", murmura suavemente.

Él suelta una de sus manos y se inclina hacia adelante para inclinar su barbilla hacia arriba. Puede ver algunas de las lágrimas que se tambalean en el borde de sus párpados. "Entonces, ¿estamos bien?" pregunta suavemente. "¿No vas a permitir que alguien me expulse de tu habitación de nuevo?"

Ella le sonríe. Su sonrisa es la luz del sol después de un día lluvioso."Estamos bien", confirma.

Él le devuelve la sonrisa.