Jungkook

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Lo había conseguido, había llegado por fin. El camino que había recorrido había sido largo, solo acompañado por esa mochila desvencijada.

Caminó hasta la ventana, separó la cortina. Fuera estaba el mundo, sus rascacielos imponentes eran el testimonio inerte de hasta donde había llegado la raza humana, evolucionando, creciendo, hasta hacerse los reyes y dioses del lugar. El planeta azul lo llamaban, lleno de aguas cristalinas y amplios bosques que ya solo eran recordados en cuentos y leyendas.

Ahora era oscuro, con ese tono anaranjado perenne. La contaminación había ganado la batalla ante los atónitos humanos, ilusos que creían que podrían con ella, a pesar de que La Tierra avisó una y otra vez de que la estaban matando. Pero la ambición humana, el poder, el dinero era más importante que su hogar. No importaba el futuro si su presente era brillante.

Los recursos empezaron a disminuir, no había alimentos para todos, el aire se empezaba a hacer irrespirable, la supervivencia propia era más importante que la de la especie, la consecuencia inevitable llegó: la guerra.

Ya apenas quedaban alimentos o agua potable, incluso aire que respirar. Todos querían el escaso trozo del pastel que quedaba. Aunque dañaran aún más el planeta, qué importaba, si ellos podían sobrevivir un día más.

La peor parte de la naturaleza humana se apoderó del resto. La supervivencia del más fuerte. Los animales fueron los primeros en morir, y los que soportaban las penurias eran cazados y utilizados como comida. Ya no había granjas, ni huertos, era la verdadera era del consumismo ¿Para qué guardar para mañana si el mundo podía desaparecer de un momento a otro?

Aun así el bien se resistía también a claudicar. Pequeñas comunidades de humanos que intentaban, ya no arreglar las cosas ya que era imposible, sino ayudarse en los últimos días, persistían. Pero la bondad era una presa fácil, eran atacados para robar sus últimos recursos o por simple placer. Para la mayoría ya no existía ni la ética ni la moral, sus almas ya no tenían salvación, no esperaban redención ni subir a un plano superior, estaban en el infierno.

Pero Jungkook cuando miraba por el sucio cristal veía algo diferente: esperanza.

Sabía que había una solución. No puede recordar desde cuando tenía ese conocimiento, siempre había estado allí. Solo tenía que encontrarlos y cuando estuvieran juntos hallarían la salvación. 

 

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Stay Gold [Historia corta - Completa]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant