XLVII

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EDA


Había pedido una cita con una ginecóloga hace una hora, era por la tarde así que teníamos tiempo.
Después de que Serkan dejó de advertirme sobre lo peligroso que era comer tantos carbohidratos y más ahora que estaba esperando a SU hijo, me dio sueño así que subí a nuestro cuarto para acostarme antes de ir a la oficina.

Cuando me desperté Serkan estaba a mi lado, mirándome con su mano sobre mi vientre. Creo que fue la cosa más tierna que lo vi hacer.

-Hola- me dijo sonriendo.

-Hola, que hora es? Tenemos que ir a la oficina- le dije levantándome.

-Eda! No te levantes tan rápido- me dijo con el ceño fruncido haciéndome rodar los ojos.

-Serkan, voy a ir a darme una ducha si- le avise yendo a buscar ropa para cambiarme.

-Porque mejor no te preparo un baño de burbujas- me dijo apoyado en el marco de la puerta.

-No tengo tiempo amor- le contesto mientras me dirigía al baño.

-Eda la ducha es peligrosa, te puedes resbalar y caer. Te preparé la bañera- me dijo corriendo al baño y cerrando la puerta.

-Serkaaan!! No me caí antes y crees que me caeré ahora, sal de ahí quiero bañarme- le dije golpeando la puerta.

-Te darás un baño de burbujas- me dijo abriendo la puerta.

-Serkan- me queje.

-Eda por favor, baño de burbujas- me dijo y de verdad no quería discutir así que lo corrí de mi camino y entre al baño.

Cuando salí Serkan miraba su teléfono sentado en la cama, alzó su vista pero no me dijo nada solo miraba como me cambiaba.

-Lo siento- me dijo agachándose para ponerme mis botas y solo pude sonreír acariciando su cabello.

-Gracias... vamos a la oficina- le dije cuando se levanto y extendió su mano para ayudarme.

-Podríamos quedarnos- dijo levantando su ceja.

-Serkan Bolat no falta a su trabajo, y yo tampoco- le dije.

-Ya quiero que todos sepan que vamos a tener un bebé- dijo sonriendo.

-Primero tenemos que decirle a tu madre y a mi tía que estamos casados, si antes creíamos que se iban a infartar ahora las noqueamos Serkan- le dije preocupada.

-Van a estar contentas, nuestro bebé las va a poner contentas- dijo seguro.

-Puede ser- le dije saliendo del cuarto y empezando a bajar las escaleras seguida por Serkan.

-Nos vamos bebé- le avise a Sirius que se acercó a mi.

-Cuidado Eda, Sirius sentado hijo sentado- le dijo haciéndome mirarlo.

-Serkan, cálmate- le dije seria. 

Desde que salimos del departamento hasta llegar al auto y después a la oficina Serkan parecía querer tenerme entre almohadones. Vigilaba cada paso hasta que antes de entrar me detuve.

𝓝𝓸 𝓹𝓾𝓮𝓭𝓸 𝓸𝓵𝓿𝓲𝓭𝓪𝓻𝓽𝓮Where stories live. Discover now