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Por mi no entraría nunca más a esta clínica weon.

El Seba puso su mano sobre mi rodilla e hizo cariño.

—Deje de mover tanto el pie reina.

—Estoy nerviosa, ¿Si dicen algo malo? —suspire—Tal vez diga que estaba vivo y que se equivocó.

Negó.

—Venga —abrió sus brazos y yo me gane entre ellos—No se coma tanto la cabeza pensando cosas —beso mi pelo.

—Tengo miedo.

—Yo voy a estar con usted en todas, no sé si eso le tranquiliza un poco.

—Bastante la verdad —sonreí.

Lo poco que me había relajado se fue a la chucha cuando me llamaron. El Seba me tomó de la mano y caminó conmigo hasta la sala de la doctora, entramos y nos saludo apenas entramos.

Le conversé sobre lo que me ha pasado desde que salí el otro día de aquí, obvio que respecto al sangrado y esas cosas po, pero me dijo que era normal en estos días.

—Llegaron los exámenes que te hice ese día, ¿los recuerdas?

Asentí.

—¿Que exámenes? —me pregunto el Seba en susurro.

—Fue para ver él porque sucedió la pérdida del bebé, hay mujeres que los pierden por distintos factores pero quise hacerte exámenes porque cuando te atendí por primera vez ya venías con sangrado —explicó.

El Seba frunció el ceño, nunca le conté eso.

—¿Y qué pasó? —pregunté.

Junto sus manos en el escritorio y nos miró a los dos.

—No son muy buenas noticias —sacó unos papeles y los puso sobre el mesón de madera—Tus óvulos son de mala calidad, Victoria.

—¿Y eso.. osea.. —juegue con los dedos de mis manos, no puedo crear la pregunta.

—¿Eso es muy malo? —preguntó el Seba.

—La verdad es que si, esto altera el proceso reproductivo, quiere decir que las posibilidades de quedar embarazada son bajas —explicó.

—Pero.. —trague grueso—¿Entonces como.. —suspire.

Por la chucha que no puedo hablar.

—No es nula la posibilidad, pero pueden desembocar embarazos cromosómicamente anormales y aumentar el riesgo de que el bebé presente desórdenes genéticos.

—¿Y se puede curar? —preguntó el Seba.

Vi la cara de la doctora una mueca y lo supe, no podré tener hijos y si tengo.. ¡Por la chucha!

Salí de la sala sin despedirme ni nada, me fui a las escaleras porque el ascensor está lleno, las baje rápido aunque mi vista esté nublada por las lágrimas.

Llegue al estacionamiento y me dirigí al auto del Seba, no tengo las llaves así que solo me senté en el suelo y apoye mi espalda en el auto.

Yo no quería tener hijos, no quería hasta que tuve a un feto dentro de mi, hasta que oí como latía su corazoncito, hasta que vi una ecografía de él, de mi hijo.

Mierda, ni siquiera supe si sería niño o niña.

—Mi amor.. —dijo el Seba y se sentó a mi lado, me abrazo—Tranquila —me dio un beso en el pelo.

—Todo me sale mal, no se que fue lo malo que hice —trague grueso—Ya estoy harta de todo, siempre qué pasa algo malo, después viene algo mucho peor, ya me rindo, no quiero seguir.

—¿Como que te rindes? ¿En que estás pensando?

Me encogí de hombros.

Solo quiero descansar un rato weon, quiero que todo vuelva a estar tranquila, no quiero más problemas.

Me gusta ese flaite po   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora