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Cuando volví a mi casa solo me encontré con mi mamá, la ignore y subí a mi pieza.

A los minutos llegó la Paz, le conté todo lo qué pasó y me estuvo conversando sobre qué tengo que seguir mi corazón y no sentirme culpable por nada, que tengo que ver por mi felicidad.

—Pero tú postergaste tu felicidad por mi, ¿o no es así? —me miró a los ojos.

Trague grueso y ella lo noto.

—Se lo de ti con el Simón, y no estoy enojada, osea, igual debiste habérmelo dicho y yo haberte contado po, después de todo somos amigas, ¿o no? —colocó un mechón detrás de mi oreja.

—Si po —la abrace—Pero igual te había conocido hace meses y no se, le tenía más confianza a la Claudia..

—¿Que pasó con ella?

—No hemos vuelto a hablar desde ese día —me encogí de hombros—Pero igual me da lo mismo —mentí.

—No creo que te de lo mismo, a nadie le daría lo mismo.

—Paz —la mire.

—¿Que se te ocurrió?

—Dile a mi mamá que nos iremos de vacaciones a unas de las casas de tienen tus papas por favor, quiero pasarla con el Seba pero no me van a dejar —hice un puchero

Negó.

—¿Por qué fingir cuando podemos ir? Osea, ya sabes, tal vez un dos pa' dos —movió las cejas.

—¿A quien vas a llevar?

—No se po, dile al Seba que invite a alguien, que no sea un zorron si —hizo una mueca.

Agarre mi celular para llamarlo por insta, sonó como cuatro veces y contestó, está fumando.

—¿Que pasó mi reina? —botó el humo y la pantalla se nublo por un momento.

Se escucharon unos "uy si lo llamo la mina" "te andan paqueando" y weas así a lo que esté ignoro.

¿Estas ocupado? —jugué con mis dedos.

No, estoy con los cabros, esta el weon que la llamo facha el otro día, estoy que le pego al conchetumare —miró con el ceño fruncido hacia algún lado.

—Seba no te metas en weas.

—Si estoy leciando nomas —se rio.

En la pantalla apareció el Soto y mire a la Paz, le hice un gesto y se incorporó a la pantalla, saludo con la mano al Seba y luego miró al Soto.

Dile que invite a ese —susurro en mi oído y nos reímos.

—Oiga, ¿Para que me llamaba? —dijo y un weon le habló, este murmuró algo con el ceño fruncido y después volvió a mirarme.

—Quería invitarte.. solo si es que puedes obviamente —me rasque la oreja.

—¿Y a donde me quiere invitar?

—A... —mire a la Paz para que me ayudara.

—A la nieve, ¿te gusta la nieve o prefieres el sur? —la Paz me salvó.

—Me gustan los dos, pero mejor la nieve, hace rato que no voy.

—Bueno, mis papas tienen una cabaña en la nieve.. entonces podríamos ir para allá una semana, ¿una semana o más? —me miró.

—Lo que el Seba y tú pueda, yo no haré nada así que filo —me encogí de hombros.

—Si quieres puedes llevar a alguien, como el mino que apareció denante ahí, no se, yo digo —se rio la Paz.

—Uy le gusto el Sotito —la webio—Ya, yo les aviso si podemos, yo cacho que el Soto demás puede, pero yo tengo que hablar con mi mamita primero.

¡Niñas! —grito mi mamá desde abajo, me tensé al escuchar pisadas en los escalones.

—Tengo que cortar, chao, te amo —corte la llamada y escondí mi celular bajo la almohada.

Y yo le respondí en inglés po, entonces me quedo mirando como "¿que hablai? Y menos mal no supo lo que dije —hablo la Paz sobre cualquier tontera.

Me reí de los puros nervios.

—¿Y que le habías dicho? —segui la conversa y mi mamá entro.

—¿Que están haciendo? —preguntó.

—Conversando de un cabro con el que pelie el otro día —mintió la Paz.

—¿Que quieres? —le pregunté.

—Porque quería saber si tenían algún plan para las vacaciones o algo así, ya saben, lo que hacen los adolescentes hoy en día —trató de hablar amablemente.

—¡Si! —dijo emocionada la Paz—De eso iríamos a hablarle, ¿Usted dejaría que fuera yo con la Victoria a una cabaña de mis papas que está en la nieve? Le juro que la cuido —puso ojos del gato con botas.

—¿Y solas? —frunció el ceño.

—Si po, como las mejores amigas que somos, queremos tiempo para nosotras, descansar y esas cosas —sonrió—Ve que el otro año ya pasamos a cuarto y lamentablemente no estaremos juntas —hizo un puchero.

—Verdad que te vas —relajo las facciones de su rostro—Bueno, pueden ir pero se cuidan.

¡Bien conchetumare!

Me gusta ese flaite po   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora