Ｄａｄｄｙ Ｉｓｓｕｅｓ •KookMin •JiKook 𝐎𝐒

Rainbow

"¡Papá, no! ¡Papá, por favor! ¡Papá!"

JungKook escuchaba esos gritos de vuelta, hace veinte minutos que había callado la encantadora voz, ahora siendo desgarrada y sólo volvieron con más intensidad.

Apagó su celular y miró por entre las persianas. Alcanzando a ver la sombra imponente de un hombre.

- Viejo de mierda -susurró por lo bajo. Olas de rabia recorrían sus venas.

Pasó saliva amargamente y salió con una intención en mente.

Respiraciones irregulares pudieron llegar a sus oídos una vez escalado el árbol. Pudo ver a el indefenso cuerpo de JiMin, temblando como si tuviese hipotermia, abrazando sus piernas y con la cabeza dentro de su gran polera azul desgastada, negándose a ver la luz.

Su corazón se hizo añicos.

- JiMin... -sus labios pronunciaron, pero él no le escuchó.

Sus zapatillas casi no sonaban sobre el tejado, antes de llegar al marco de la ventana blanca.

Despacio avanzó y sintió al cuerpo del pelirrojo tensar horriblemente cuando sus brazos tomaron su anatomía hecha bolita. Dicho muchacho inhaló tan fuerte, asustado por pensar en la persona que puedo haberlo tomado, pero al no ver a quien creyó, lágrimas de desahogo bañaron sus mejillas, las cuales pronto fueron besadas por el chico de camisa a rayas azules.

- Jung... -no pudo ni continuar, el llanto le ganaba.

- ¿Qué te pasa, mi chico arcoíris?

El nombrado negó con la cabecita y estiró sus piernas, tratando de alejarlo.

- ¿En qué estabas pensando c-cuando viniste aquí?

- ¿En qué piensas tú? -examina la cara roja de del chico de cachetes gorditos- Está muy caliente aquí -acaricia su piel.

- Me golpeé mientras intenté alcanzar algo.

- ¿Qué hay de esto? -señala sus rodillas descubiertas, con hematomas frescos.

- Me caí de la cama mientras dormía.

- ¿En serio? -sus labios formaron una línea.

El pelirrojo había dicho que sí.

- Nadie llora como lo has estado haciendo, por... por haberse caído, es malo, es terrible que tengas estas marcas en ti, pero en cierto modo nadie llora por un accidente algo simple y...

- ¿Me llamas mentiroso, JungKook? -sus ojos brillaron y su barbilla se ladeó.

El chico de rayas se quedó callado un momento, acunando todavía el rostro del otro hermoso chico, sus manos delineando sus cejas, y llegando justo después a sus pequeñas manos, sin poder tocarlas del todo, ya que se encontraban escondidas en el material lanoso de su ropa.

Los ojitos de JiMin miraron su accionar, logrando derramar gotitas sobre las manos de mayor tamaño.

- Dímelo ya -obligó en un tono suave.

Él lo sabía, pero quería que saliese de la boca del pelirrojo.

- Estoy bien, ha sido sólo un accidente.

¿Por qué sigues mintiéndome?

- No está bien, sé que tienes problemas paternales, ya basta -dijo, para ver nada más que los ojos de JiMin abrirse y cerrarse, su todo temblando y sus sollozos en un nivel de volúmen preocupante, en consideración del horrendo silencio en la habitación. JiMin estaba deshaciéndose lentamente.