Escapando del amor [Terminada]

Capítulo 4

—¡¿Pero qué haces?! —grito después de haberle empujado para apartarlo de mi.

Intento recuperar el aire mientras le miro con furia. No sé con quién estoy más enfadada, si con él o conmigo misma. ¿Por qué he correspondido? ¿Qué me pasa?

—Antes me arrepentía de haberte besado por estar borracho —dice serio tras haberse recuperado del empujón, en todo momento me mira directamente mirándome a los ojos—. Ya no me arrepiento de besarte.

—Tú —alargo la vocal asustada—. ¡Tú estás muy mal! ¡Necesitas ir a un psiquiatra!

Me levanto de la silla y comienzo a andar sin mirar por donde camino, tanto es así que no me doy cuenta de que me chocó contra una pared. Vale, esto no está bien, no solo lo digo porque me acabo de chocar contra una pared, sino por lo mareada que me siento.

Ethan se levanta del suelo, que ahí es donde acabó cuando le empujé, y camina hacia mí. Viendo sus intenciones corro en dirección contraria, logrando que que otra vez me choque con algo, pero en esta ocasión con un pico de un armario.

¿Noto como un líquido se escurre por mi cabeza o es cosa mía? Cierro los ojos con fuerza intentando olvidarme del dolor por el golpe. Toco el lugar donde me h hecho daño y me sorprendo de sentir mi mano mojada, la separo de mi cabeza y veo que es ese líquido que he sentido antes... Sangre.

—Mierda —susurro al ver mi mano.

—Alison... —empieza a decir Ethan intentando acercarse a mi.

—Estoy bien —digo tajante. Mentira, es más, creo que por momentos sale más sangre—. ¿Sigues borracho verdad? Esa tiene que ser la razón... Por eso haces tonterías.

—¿Tienes botiquín de primeros auxilios? —me ignora.

Arrugo el ceño disgustada y salgo de la cocina, si alguien va a ignorar esa soy yo. ¿Quién se cree para ignorarme? Me da exactamente igual que sea mi jefe, en estos momentos estamos en mi territorio... Es más, ¿quién se cree para besarme? Mi novio seguro que no.

Detengo mis pensamientos al sentir un agudo dolor en mi cabeza. Dudo que esto sea muy normal, me he dado algunos golpes en mi vida.. Pero el dolor de ahora nunca lo he sentido. Tal vez debería ir hospital por si la herida es profunda...

—Alison déjame ver el golpe que te has dado —oigo detrás mía a Ethan.

Me doy media vuelta para enfrentarle, pero no llego ni a hacer un murmullo cuando mi vista vuelve negra y de pronto no me siento capa de sostener mi cuerpo.

Abro los ojos con cuidado y miro a mi alrededor para encontrarme en... ¿Dónde me encuentro? Es una habitación grande y muy blanca.

Cierro los ojos con molestia, me duele la cabeza. Levanto mi mano para tocarme la zona afectada. pero una segunda voz me lo impide.

—No lo hagas —ordena autoritaria—. Tenías una brecha y te han puesto puntos, ¿no querrás que se vuelvan abrir, verdad?

Molesta al reconocer la voz, me incorporo mejor en mi lugar y dirijo mi mirada a donde se escucha la voz.

—¿Ethan? —pregunto, abriendo los ojos de nuevo para mirarle. Él está sentado a mi lado y yo me encuentro en lo que parece ser una camilla—. ¿Dónde estoy? ¿Y qué es eso de que tengo puntos?

—Cuando te diste contra el armario parece ser que te hiciste una brecha y aquí la han cerrado —repite con voz cansada—. Y estás en un hospital privado.

—Un hospital normal hubiera estado bien —murmuro mirando todo. Es enorme para ser una habitación individual de hospital, digo individual porque solo hay una camilla y es la mía.