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LA MAÑANA LLEGÓ, y debo mencionar que no fue muy linda, claramente seguía con temor, y mi padre junto a Jughead estuvieron todo el rato conmigo, me explicaron que Ronnie le volteó la jugada a Nick, pudieron obtener de vuelta la porción de dinero que dieron, así que en ese aspecto, "salimos ganando".
Siendo sincera, no pude dormir en absoluto, mi mente no dejaba de pensar en lo miserable que soy, Jugh se dio cuenta de eso, pero yo trato de ocultarlo porque no quiero preocuparlo, ni a él ni a nadie, suficiente tuvieron la noche anterior.
Tocaron la puerta, Jugh abrió, era Archie.
— Hola. — soltó después de abrazarme, su rostro seguía algo magullado, pero ya estaba mejor que a como lo vi la ultima vez que estuvimos juntos. — quiero pedirte perdón, por lo que pasó, fue mi culpa haberte llevado a ese lugar, era peligroso y yo no...
— Cállate. — le interrumpí, ambos me observaron con sorpresa. — Eres un idiota si piensas que lo que pasó fue tu culpa, ¿a caso tu sabías que nos iban a secuestrar? ¿sabías que el imbécil d Nick estaba en Riverdale? ¡no, no lo sabías así que cállate! — y finalmente lo solté.
— Julieta...
— Y en todo caso la que debe pedir perdón soy yo, ¡porque cuando tu luchabas por ver como salir de ahí yo me estaba rindiendo! ¡soy tan débil e inútil! no te pude ayudar. — quería llorar, pero no salía nada de mis ojos, ya no, había llorado en silencio casi toda la noche.
— No, no digas esas tonterías, estabas asustada y lo sé, yo también lo estaba, pero tuve que intentar hacer algo porque no me hubiera perdonado que algo te hubiese pasado, así que, deja de pensar que eres débil, otras personas en tu lugar hubieran perdido la cabeza y cometido alguna tontería. — agarró mi mano entra las suyas.
— Nick tuvo su merecido, estoy seguro que no pisara Riverdale en lo que le queda de existencia. — mire de reojo a mi mellizo.
— Por favor, Julieta, prométeme que no te harás menos, que no vas a caer, no te hundirás... — rogó el pelirrojo, volteé la cabeza evitando hacer contacto con sus ojos. — Juli... — insistió.
Suspire con pesadez. — De acuerdo, lo... lo prometo. — me mordí el labio.
Asintió y después de un rato, se marchó.
— Bueno, tenemos que ir a la escuela, llegaron nuevas noticias que tenemos que informar a las serpientes, vamos. — habló mi hermano sacándonos del silencio que se formó.
Le seguí hasta la puerta colgándome mi mochila, con el casco y las llaves en la mano izquierda.
•••
— Wallbaby le llamó a mi papá en la mañana, dijo que nuestros adversarios, los diablos fueron liberados, se dice que quieren sangre de serpiente, que buscan venganza, quieren guerra. — informó, haciendo suspirar a algunos, yo incluida.
