III. Cumpleaños no.22

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Fuimos los 3, mi hermano, Paulo y yo muy elegantes a un bar llamado "Heaven", donde estarían mis amigas también. Antes de pasar al bar, primero teníamos que pasar por seguridad, donde revisaban que tu pulsera por la que pagaste fuera original, que no trajeras armas o algún objeto que dañara a otros. A los hombres los pasaron a otra sala a revisión y los encontré justo antes de subir el elevador, al estar arriba la música era fuerte, con muchas luces de colores y algunas mesas, fuimos buscando a mi amigas hasta que las encontramos, estaban pegadas a los ventanales donde se apreciaba toda la ciudad de noche, de ahí el nombre del bar, al verme todas corrieron a abrazarme ya apestando a alcohol.

Yo y mi novio no éramos muy devotos al alcohol, pero en ocasiones especiales cedíamos y esa era la noche. Estábamos bailando y no podía dejar de sentir ciertas miradas sobre mi, al parecer Paulo también lo notaba porque no se me despegaba, parecía celoso.

Después de un rato, bajo los efectos del alcohol, tenía que ir al baño, claro fui acompañada por 2 amigas, íbamos risa y risa. Mi hermano y mi novio esperaron afuera de los baños, yo soy muy rápida para ir, no me gusta desperdiciar mi tiempo sentada en la taza, fui la primera en salir, me lave las manos, me mire al espejo y nuevamente mis ojos estaban claros. Mis amigas me escucharon muy callada y me preguntaron -¿Todo bien?-  , no sabía qué decirles y les dije que las esperaba en la mesa. Salí corriendo del baño, acudí con ambos y antes de que abriera la boca, mi novio me tomo de la mano y dijo -¡vamonos!, agacha la mirada, que nadie te vea-, le hizo una señal a Isaías, mi hermano se despidió rápidamente y nos alcanzó en el elevador.
Nos subimos 5 personas, nosotros tres quedamos en la parte de atrás y yo en medio con la mirada agachada, los dos hombres de enfrente de reojo voltearon hacia mi y uno de ellos oprimió un botón del elevador el cual nos dejó parados.

La primera reacción de mi hermano y mi novio  fue poner un brazo frente a mi y empujarme para atrás, me tumbaron al suelo y al parecer quedé aturdida, solo podía ver algunas escenas de cómo peleaban, pero mi vista estaba muy borrosa, no veía bien, más el mareo y el alcohol, nada era claro. De repente me cargaron y me subieron a un auto negro, solo escuchaba que decían - ¡No podemos volver a casa!, tenemos que ir con Philos.

Por mi mente pasó- ¿Quién chingados es Philos?, ¿Porqué no podía volver a casa?- y lo que murmuré fue -Quiero vomitar, detente-, Paulo iba manejando y me dijo que no era buena idea parar en ese momento. De repente en cuestión de segundos escuche las llantas rechinando,yo sacando todo, un golpe, cristales rotos y todo tornándose negro.

¡Feliz cumpleaños para mi!

Ligera SospechaWhere stories live. Discover now