𝘠𝘰𝘶'𝘳𝘦 𝘥𝘪𝘧𝘧𝘦𝘳𝘦𝘯𝘵

02

Habían pasado varias horas desde que llegué el día siguiente a clase, para ser exacto me encontraba en el primer recreo. Me llevaba bastante bien con la mayoría de mis compañeros, pero no hasta el punto de poder llamarles amigos, no me quejaba, de todos modos me gustaba estar solo.

Estaba en la cafetería bebiendo de una botella que había cogido de la máquina expendedora.

-Oh, el niño inteligente se ha torcido el tobillo- dijo el listo de turno acercándose a la mesa en la que me encontraba.

Dejé la botella en la mesa y seguí comiendo las galletas que había llevado para ese recreo; básicamente pasé de aquella persona.

-¿Cómo te atreves a ignorarme?- me preguntó al parecer algo molesto.

-¿Podrías irte a otra mesa?, estás desperdiciando tu tiempo conmigo- el chico no se lo tomó muy bien, cogió mis muletas y me miró con una sonrisa victoriosa al lograr su cometido, llamar mi atención.

-Claro, ya me voy- dijo yéndose con mis muletas en sus manos.

La gente simplemente admiraba el panorama, después de que el chico saliera de la cafetería la gente siguió a lo suyo.

Solté un suspiro apoyando mi cabeza en la mesa. Desde luego aquella semana no era de las mejores que podría llegar a tener.

Minutos después terminé de comer las galletas y de tomar el contenido de la botella. Tenía que ir al baño y no tenía mis muletas conmigo, perfecto.

-Esto es frustrante- dije poniendo mis manos en mi cabeza.

-Molesto desde tan temprano, me gusta- miré al sitio en frente mía, donde se acababa de sentar Minho y tenía su cabeza apoyada en una de sus manos.

-No estoy cómo para que me molestes, así que será mejor que te calles- dije acomodandome en la silla y cruzando mis brazos.

-Vaya, que manera tan interesante de agradecer- dijo logrando que le mirara confundido, miré hacia donde estaba señalando y ví mis muletas a uno de mis lados.

Abrí la boca para decir algo, pero lo único que pude hacer fue mirarle confundido hasta que soltó una risa por mi reacción.

-Ahora es cuando me dices "gracias", y yo te digo "de nada"- dijo apoyando sus dos brazos en la mesa sin apartar la vista de mi persona.

-¿Cómo las has recuperado?, ¿y cómo sabías que me las habían quitado?- pregunté aún sin agradecerle por recuperar mis muletas.

-Le ví a un idiota salir de la cafetería con unas muletas, no parecía necesitarlas, así que le interrogué y después me las dio-

Le miré no muy convencido, parecía demasiado sencillo.

-No creo que te las haya dado así de la nada-

-Lo importante es que las tienes-

-Oh, cierto- dije al recordar que tenía que ir al baño lo antes posible.

Cogí mis muletas y me fui al baño sin despedirme ni agradecerle a Minho. No creía que le importara demasiado a decir verdad, al fin y al cabo a él le gustaba molestar a los demás.

Cuando regresé a clase me sorprendí cuando el director entró y llamó a Lee Minho para hablar con él, pero no le di demasiada importancia. Tampoco era como si aquel chico me callera bien.

En el segundo recreo no pasó nada interesante. Una vez acabaron las clases, al salir del centro, Lee Minho corrió hasta alcanzarme.

-¿Aún no vas a agradecerme?, me han castigado y puesto un parte por recuperar tus muletas- dijo mientras seguimos caminando hacia nuestras casas.

-Dijiste que te dio las muletas- se hizo el pensativo sin apartar su mirada de la mía.

-Y dije la verdad, me las dio, pero después de que le diera una paliza- dijo como si lo que hubiera dicho fuera lo más normal del mundo, cosa que no lo era, y mucho menos en aquel chico; a pesar de meterse con los demás nunca se había peleado con nadie.

-No pareces arrepentido-

-No lo estoy, ese cabrón se lo merecía, siempre está quitándole las cosas a los demás-

-Tú tampoco eres muy diferente a él entonces- dije sin rodeos, él soltó una pequeña risa.

-Tal vez tengas razón, pero estoy cambiando; tengo que cuidar de ti. Hasta mañana mocoso- me guiñó un ojo y poco después se adelantó dejándome completamente confundido.

¿Tenía que cuidarme?, ni que yo le hubiera pedido hacer aquello.