Capitulo 15.

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Se despertó de golpe enderezandose en la banca, miro a todos lados, no había nadie, ni un alma, mierda. Se levantó se golpe y corrió dentro del castillo rumbo al Gran Comedor.

Sasuke sentía su pecho arder, tenía un mal presentimiento ¿Dónde estaba Sakura? Se topo con Sai que salía junto a su novia y su hermana del comedor, se acercó corriendo a ellos, completamente alterado.

- ¿Han visto a Sakura? - preguntó agitado.

- ¡Wow! Calma - dijo el pelinegro viendo a su amigo exaltado - ¿No estaba contigo?

- Si pero se fue - dijo escuetamente el Uchiha pasándose la mano por el pelo, la presión de su pecho aumentaba, le costaba respirar - ¿Dónde está Naruto?

- El director Jiraya lo mando llamar desde temprano - respondió Hinata mirando la desesperación del Uchiha - no lo hemos visto desde entonces.

- Mierda.

- Tranquilo, te ayudaremos a buscarla - dijo Sai tratando de calmarlo - ¿Está todo bien?

- No lo sé - respondió el joven en voz baja alarmando a los tres jóvenes que lo miraban.

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Se habían dividido para encontrar más rápido a la chica, pero no habían tenido éxito, se habían topado con Suigetsu y Juggo quienes habían accedido a ayudarles, pero ni así lo consiguieron, la hora de dormir se había pasado pero ellos no se habían ido a la cama, se encontraban en uno de los jardines del castillo, Sasuke se veía completamente desesperado, la presión en su pecho ya hacía que tuviera ganas de llorar, las calmaba golpeando todo a su paso, así lastimara sus propios nudillos.

Suigetsu detuvo un segundo golpe a la columna tomando la muñeca del azabache antes de que soltará oro golpe. Sasuke lo miro con ojos foribundos, se le estaban llenando de lágrimas, ya no podía controlarlo.

Suigetsu lo noto y sin dudarlo lo estiró hacia así mismo y en un extraño semiabrazo oculto el rostro del azabache, quien internamente lo agradeció y sin poder contenerse más soltó las lágrimas de sus ojos sobre el hombro del peliblanco aferrando su puño lastimado a la camisa de este, mientras Suigetsu sostenía la cabeza del azabache presionada sobre su hombro.

- La encontraremos Sasuke, tranquilo - dijo Ino, quien notó la desesperación del joven.

Antes de que alguno pudiese agregar algo más, un estruendo en el Gran Comedor hizo que todos se pusieran alerta. Sasuke no lo pensó, se soltó del peliblanco y corrió en dirección al Gran salón, seguido de sus amigos a toda prisa.

Corrieron entre los pasillos, pero antes de llegar un hechizo cayó frente a el, de no ser por Sai que lo tomo de la camisa y lo estiró hacia si, el maleficio le habría dado de lleno al pecho del azabache. Sasuke miro con agradecimiento al pelinegro antes de levantarse con su varita en mano y regresar los ataques.

Se habían ocultado tras las columnas, múltiples pedazos de cemento caían sobre el suelo del pasillo, se asomaban solo para soltar ataques que eran respondidos a la par. Hicieron una pausa en los ataques cuando escucharon un grito.

La piel de Sasuke se erizo por completo.

"No, no, no, no, no, no, no. Por favor no."

Era su voz la voz de la mujer que amaba, de la pelirosa que le había cambiado la vida, que le había dado un sentido a esta, no podía ser cierto. Volteo a ver al Hyuga que estaba oculto en una columna a su altura, miraba al frente con los ojos como platos, también había reconocido el grito.
Al fin habían encontrado a la pelirrosa.
Otro grito más largo hizo que Sasuke y Sai se mirarán asustados. Tenían que llegar a ella. Salvarla.

La magia del cerezo azabache. SasusakuWhere stories live. Discover now