CAPÍTULO 85

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- ¿Dónde estoy? - digo despertándome - ¿Azael? – llamo mientras me acostumbro de una irritable luz.

- ¿Mamá? ¿Mamá? – gritan en ecos

- ¿Dónde estoy? - pregunto nuevamente.

- ¿Mamá? – susurran en mi oído, la miro extrañada a la pequeña niña de ojos café.

- Creo que te equivocas – le sonrió para que no se sienta mal.

- Mamá, nos has olvidado – comienza a derramar lágrimas de sus ojos.

- Estoy un poco soñolienta, no entiendo lo que me tratas de decir – hablo levantándome llegando a rostro pero se desvanece.

- ¿Mamá? – gritan en ecos nuevamente

- Niños no entiendo nada – comienzo angustiarme sobre la cama, salgo todo era luz, casi no podía ver.

- Eres una mala madre – habla uno alado mío, me asusto – una madre no olvida.

- No soy madre – se me entrecorta la voz- ¿porque me están haciendo esto?

- Porque nos has olvidado – baja la cabeza, pero como el viento se desvanece, me quedo estática.







- ¡Dios! ¿Qué fue eso? – digo sentándome en la cama respirando entrecortado, con sudoración, coloco mi mano sobre el pecho, miro nuevamente todo el lugar, me repito, fue un horrible sueño.

- Cariño – Azael llama mi atención entrando a la habitación, se sienta alado mío con mirada preocupada- ¿Sucedió algo?

- Solo fue un mal sueño – digo abrazándolo.

Se ríe - todo está bien amor – asiento sin deja de abrazarlo – creo que deberías tener esos sueños más seguido – habla, golpeo su espalda.

- Porque soy cariñosa con mi marido – hablo dándole besos en la cara – Buenos Días amor – saludo.

- Buenos días hermosa, Me tengo que ir a la empresa, pero vine a despedirme de mi bella esposa – besa mis labios.

- ¿Cuándo puedo ir? – suspiro.

- Mañana – habla – le diré a Gabriela que limpie tu oficina.

- Gracias amor – beso sus mejillas.

- Me tengo que ir- se levanta arreglando su elegante traje – tratare de venir lo más rápido y temprano que pueda.

- No te preocupes estaré bien – le guiño el ojo – saldré a comprar algunos atuendos no te preocupes.

- Te amo nena

- Te amo nene – me burlo.

Miro como Azael se retira de la habitación, camino hacia la ducha me deshago del camisón y de mis bragas camino hacia la bañera y la abro y me sumerjo en ella, dejando que mis músculos se relajen.

Dicen que los sueños son historias e imágenes que nuestra mente crea mientras dormimos. Pueden ser entretenidos, divertidos, románticos, inquietantes, atemorizantes y, a veces, muy extraños.

Esta última parte fue muy extraño, literalmente soñé con mis bebes que había perdido en mi matrimonio con Víctor. Pero ¿será que en verdad hable? Creo que lo cree por el miedo.

Salgo con una toalla enrollada en mi cuerpo, salgo del cuarto del baño me quedo en el gran balcón de la habitación mirando a la nada, no sentía nada me sentía de alguna forma vacía.

SálvameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora