Situación Desastrosa

18. Sobrevivir o morir

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Jin no lograba entender cómo había llegado en la situación en la que se encontraba. Su mente daba vueltas cada que pensaba en ello y eso era casi siempre, su mente estaba hecha un desastre. Antes él sabía que las cosas serían complicadas entre ellos pero nunca pensó que algo como esto lo hiciera vacilar. Él quería ya había puesto sus planes en marcha para hacer las cosas menos dolorosas.

¿No era suficiente tratar de hacer las cosas bien? Él había tomado los pasos para separarse de Jennie en una forma que esperaba fuera menos dolorosa y de forma civilizada para todos. Y justo cuando estaba determinado a dejarla, la vida se la estaba arrebatando. Era cierto que ya no la amaba o veía como antes pero él no podía imaginar la vida sin ella, él no quería que así terminarán las cosas. No podían acabar así las cosas, él no quiere sentirse aún más culpable de lo que ya está.

¿Era éste un signo de la vida para decirle que no debía dejarla?

O ¿Era un signo de que la madre luna nunca se equivoca y Jungkook es su destino?

No sabía qué pensar y no quería pensar. El solo esperaba que hubiera un cambio en ella para saber con certeza cómo irían las cosas. Estaba exhausto. No ha dormido desde hace unos días cuando le informaron de que Jennie estaba en el hospital. La ansiedad, la presión en su pecho, y su falta de apetito preocupaban al pequeño omega que lo esperaba en casa. Y sabía muy bien que él no podía seguir así. A este paso él también estará en una cama de hospital o peor aún en su propia tumba.

Se sentía mal, se sentía aún peor con sus pensamientos, y por la falta de cuidado que tenía con el pequeño omega. Las cosas no estaban bien y no sabía cómo actuar. Él aún iba al trabajo a pesar de cómo se sentía. Eso lo hacía dejar de pensar en la situación desastrosa en la que estaba en estos momentos. Su rutina era ir al trabajo, regresar a casa con el pequeño a comer, para luego alistarse para ir a ver si había un cambio con Jennie, al final cuando las horas de visitas terminaban él regresaba a casa donde él se acostaba en una cama con el pequeño omega. No lo tocaba o se acercaba demasiado a él. Su culpa no lo dejaba disfrutar de los abrazos del pequeño. Cualquier cosa pequeña que hacían juntos se sentía como si estuviera traicionando a Jennie, como si eso la mataría. Y no sabía si las cosas serían iguales si ellos se fueran separados antes o mientras ella estuviera consciente de todo, él solo sentía culpabilidad y remordimiento.

Y cuando se sentía así, cuando su conciencia lo estaba matando por la intensa culpabilidad, él quería jurar a la madre luna que no la dejaría si ella sobrevivía. Lo único que lo detenía era su propio egoísmo que deseaba y quería tener una vida con el pequeño omega, con el hermano de su esposa. El pequeño que le da esperanza de algo tangible en un futuro. Ya no hay decisión correcta y quizás nunca la hubo. Lo único que faltaba era esperar y ver cómo serían las cosas.

Miraba el cuerpo de Jennie y trataba de imaginar el mejor desenlace. Uno donde ella despertaba y cuando las cosas estuvieran mejor con ella, él hablaría con ella sobre todo y quizás ella lo odiaría pero las cosas serían mejor que esto. De vez en cuando se dejaba pensar en ello cuando sentía que se sofocaba.

Le quería decir algo alentador a su esposa para ayudarla a luchar por su vida pero que le decía cuando él iba a romperle el corazón cuando despertara. Sea que la deje o no, ella se daría cuenta de todo lo sucedido. Ella ya tenía sus sospechas y él no podía negarlas. No podía negar que su corazón ya había tomado al pequeño omega.

¿Podría dejarla? ¿Podría romperle el corazón para él ser feliz? Ahorita eso no debería pasar por su mente pero lo hacía cada que pensaba de los diferentes desenlaces de esta situación. Él debería estar más preocupado por ella. Por que ella sobreviviera este horrible accidente. Jennie aún estaba internada sin progreso alguno. Habían pasado dos semanas y aún estaba en cuidados intensivos. No había resultados dando esperanza a su recuperación pero tampoco ha empeorado su estado. Los doctores le decían que no perdiera la esperanza, le habían dicho que era posible su recuperación pero era cuestión de tiempo. Solo que no sabían cuánto tiempo tomaría para esa milagrosa recuperación. Esto era algo que estaba en las manos de algo más grande que ellos y de la misma Jennie.

Jin rezaba por la recuperación de Jennie y para encontrar la fuerza que necesitaba para hacer lo correcto. Lo correcto era algo que no sabía que era pero quería hacer lo correcto sea lo que sea.

Tenía que regresar a casa para cuidar del omega que lo esperaba. No podía dejarlo descuidado cuando se acercaba la fecha de nacimiento del cachorrito en su vientre. No podía hacerlo a un lado cuando el pequeño necesitaba de su esencia y su presencia aún más en las etapas finales del embarazo. Jin no podía partirse en dos o estar en dos lugares al mismo tiempo así que tenía que tratar de ser mejor con su tiempo. Dejo a Jennie como lo hacía todos los días, sin ningún cambio. Un beso en la frente no la curaba o la hacía luchar por su vida pero para Jin era un signo firme que él estaba a su lado y aún la quería.

Porque él aún la quería.

Respiro profundo antes de entrar a casa. No se habían mudado como tenían planeado pues él necesitaba de ese dinero para los gastos médicos. El omega lo entendió pero el alfa sabía que el pequeño estaba triste porque sus planes se pospusieron y su actitud hacia el pequeño también había cambiado. No era por nada que Jungkook haya hecho solo que la culpabilidad lo hacía vacilar.

—Alfa, ¿hay algún cambio?— Jungkook preguntó. Como siempre él lo esperaba con alivio pues el menor sabía que el alfa estaba entrando en un estado de depresión a causa de esto. Él no sabía si el alfa regresaría o no. Y cada que regresaba podía parar de morderse las uñas de preocupación. Pero cuánto tiempo más podría el alfa sobrevivir en esta situación.

—No, y no sé cuando los haya.— El alfa se sentó al lado del omega tratando de mantenerse calmado y sin preocupar más a el pequeño.

—Quizás deberías tomarte un día de descanso y estar en casa,— antes de que Jungkook terminará el alfa lo interrumpió.

—No, yo sé que es cansado lo que hago pero no podemos dejarla cuando más necesita de nosotros.— Era la primera vez que Jin se miraba imponente, sin duda alguna de su decisión.

—Lo entiendo pero te estás descuidando, Alfa. Tú casi no comes ni duermes— Jungkook se estaba exaltando. —¡Estás todo el tiempo con ella! ¿Qué pasa con nosotros? Teníamos planes y reconozco que es de mal gusto empezar algo ahora pero siento que no sabes lo qué quieres. ¿Qué va a pasar con lo nuestro?

Jin se quedó viendo sin saber qué decir. Tenía razón el pequeño omega no estaba segura de nada estos días. El silencio hirió al pequeño que se fue directo a su cuarto. Los dos estaban claramente cansados de la situación y quizás llegado a su límite. Los dos estaban hechos un desastre. ¿Que pasaría ahora?