♧More Tales of Arcadia♧

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La mermelada resbalaba de sus dedos dejando un poco pegajosa su boca, deboraba esos sándwiches como si no hubiese tocado bocado en todo el día. Si lo pensaba bien, así era.
Obervando a los demás notó que ellos también comían con casi la misma efusividad que él, casi todos.
Y es que, la comida talvez pueda calmar esa necesidad, pero todavía debatían otros asuntos recientemente ocurridos.

-Quién diría que tu abuelo podría preparar buenos sándwiches o comida en general- dijo Sander en un tono burlesco, intentando aligerar la noche.

-Supongo- respondió cabizbaja. Levantando su vista hasta la de su primo sus miradas chocaron, este le suplicaba con un brillo casi extinto en sus ojos, que le ayudase a relajar el ambiente. Kristel parpadeó un par de veces para luego morder su labio inferior, reconoció que había jodido el dulce intento del Akiridiano, así que rápidamente corrigió. -Pero, nada se compara a los platillos que Jamie prepara-

La mitad Troll suspiró al ser nombrada, moviendo su mirada inquietantemente lento hacia sus espectadores en esa cabaña. Sonrió y soltó una risita desganada. -Gracias, lo aprendí de papá-

-Cuando volvamos, nos debes una verdadera cena- dijo la peli-gris.

Jamie concluiría con una afirmación, cuando unas risas llamaron su atención. -Apagen las velas- indicó para que el silencio comenzará a reinar en ese pequeño espacio.

La mayor asomó su vista por la ventana, disipando unas figuras persiguiéndose de entre los árboles.
-Sigues sin atraparme- ¿Papá?
-Sin besos, estamos peleando- Mamá
-Jim, todavía puedo encontrarte-

La joven Lake olvidó esconderse como los demás; en su lugar, seguía con suma atención la imagen de su padre en su nueva forma. Inconscientemente, la suya cambió también al instante.
Fijando ahora sus manos frente a su rostro, comparaba la forma Troll de su padre con la de ella.

De la misma manera, Julieta llevó su mano acariciando sus cuernos y colmillos; ahora imperceptibles para los demás, gracias al hechizo de la joven Bruja. Pero estaban ahí, eran parte de ella y estaba orgullosa de su parte Troll.
Quizá las cosas no se dieron como hibiesen deseado, pero pasaron como necesitaban.

A veces ellos podrían sentir imposible el llenar el enorme espacio que sus padres les heredaron, pero sus progenitores tampoco fueron perfectos. Lo que eran hoy, se lo debían a sus experiencias; que si bien parecían más de lo que podrían manejar, aquí estaban. Juntos.

Aiden sintió la necesidad de detener a Jamie, pues esta había salido de la cabaña y seguido a Jim por el bosque, pero su melliza fue más rápida y se lo impidió. -Necesita estar sola un rato- El joven rey en espera frunció su ceño y  suspiró cansado.

James Lake permanecía sentado en el que alguna vez fue su pupitre escolar, pasando su mano suavemente por sobre este.
Y Jamie...ella esperaba que su apoyo pudiese ser persivido por su padre a esa distancia, mientras desaparecía entre las sombras y regresaba por donde vino.

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-¿Seguros de que quieren ir? Podemos encargarnos nosotros- Jim convencía al resto de quedarse en casa mientras Hisirdux, Krel y él hacían el trabajo.
Su esposa sabía que Jim lo decía para no ponerlos en peligro.
No obstante, James sabía que Clara era fuerte, de eso nunca tuvo o tendría duda alguna, pero no podía evitar sentir angustia ante lo que pudiera pasar.

La Bruja lo miró con una sonrisa consoladora, depositando un suave beso en sus labios. -Sabes que si, solo juntos llegaremos hasta ellos. Hasta ellas.- dijo resaltando esto último, para referirse a sus hijas.
Jim asintió.