capitulo 5

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Las grabaciones del capítulo 133 habían concluido. Ahora, a partir de este momento, corre el tiempo para el 134, en el cual tenemos que trasladarnos de set, playa...

Al siguiente día del no muy exitoso primer encuentro con la mamá de Reiner, decidí no responder las llamadas constantes de él. Solo me limite en decir "nos vemos mañana". No quiero pelear con él. Se que lo que me dijo no fue con mala intención, lo medite mucho, es su forma de pensar, pero no la mía, y si le contestaba sabía que algo saldría mal. Así que mejor es hablar con la cabeza fría.

Ahora nos encontramos todos en el set, el que pronto será el antiguo set de grabación, sensei convocó a una junta, para dar más detalles de lo que haremos a continuación. Para empezar, en 15 días nos trasladamos, 15 días para arreglar todo lo que tengamos que arreglar. Aunque nos aclaró que no es obligatorio quedarse en donde estaremos viviendo, sí recalcó que nos quiere puntuales, en ensayos, entrenamiento y grabaciones.

Así que… adiós, al que fue mi camerino por más de 10 años.

Mientras Sara me ayuda a guardar mis cosas, no puedo evitar que me entre el sentimiento de nostalgia. Veo las fotografías que adornan el espejo, quitandolas una por una, recordando, sonriendo. Aquí he conocido a mi segunda famila, está es como mi casa, y aunque sea un pequeño cuarto, con poca iluminación… son y serán los mejores recuerdos de mi vida.

Recordar cómo llegué siendo una niña, tan emocionada, tan ilusionada por estar aquí. Por ser parte de algo que tanto amo, me llenaba de extrema felicidad.

Terminado de guardar las fotografías, Sara se lleva las últimas cosas a su camioneta. Y cuando estoy a punto de salir de mi camerino me topo con Reiner, se que quiere hablar y yo también. Sin decir nada lo invito a pasar. Toma asiento y casi como un susurro las palabras empiezan a salir de su boca.

—Mikasa, cariño, disculpa lo del otro día con mamá, pero se ilusionó mucho, pensar en la boda de su hijo mayor la entusiasmó.

Dejando la pequeña caja que traía en mis manos en un mueble. Me aproximo a él.

—Sé que una boda es muy apresurada y entiendo que estés molesta pero…

Levantando la mano para que parara de hablar, sus hermosos ojos se topan con los míos.

—Reiner, no te lo voy a negar, si me molestó la conversación, pero no estoy enojada por qué menciono una boda—él, alzando la ceja, dudoso, prosigo—lo que me molestó fue que mencionaras que dejara mi trabajo, trabajo que tú sabes que tanto amo

—Mikasa….

—Déjame terminar por favor—inhalo profundamente—en verdad me dolió saber que piensas eso, ¿Hijos?, Claro que algún día me gustaría tenerlos—aunque sea con él o no, pero omito decir esto—pero siendo sincera, un hijo no debe ser algo que te limite a realizar lo que amas. Amare a mis hijos en ese futuro, pero también amo y amare mi carrera y lo que más espero de alguien que dice que me ama, es que me apoye. No que me límite.

No sé si entienda mis palabras, tomo de nuevo mis cosas y me dispongo a salir…

—Espera…

Su súplica me hace detenerme pero sin voltear a mirar su rostro. Solo siento su proximidad y como lentamente me envuelve en sus brazos, apoyando su rostro en mi cabello, siento un beso, y enseguida su respiración en mi oído.

—Lo siento cariño, soy un tonto egoísta, porfavor, perdoname.—Inmóvil, trato de reaccionar, no se si soy blanda de corazón, o simplemente estúpida.—tienes razón, sé cómo amas esto, no puedo dejar que por una tonta ilusión lo abandones.

Canon (18+) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora