Eres una chica cuyo quirk que le permite absorber la mala suerte de los demás, pero te la pasa a ti. Debido a ello traías la buena suerte a quien te toque, no tardaste mucho en llamar la atención de la Liga de villanos quienes te secuestraron durant...
Abrió la puerta y se hizo a un lado para dejarme pasar, me adentre en ella y pude notar que era bastante clásico: de un lado había una cama y una mesita de luz con una lámpara, del otro un mueble para guardar la ropa y justo en frente una ventana de cortinas blancas, me asome y pude notar que daba al patio en donde los chicos de la UA tenían su esparcimiento. Es gracioso como los futuros héroes ríen y juegan sin preocupaciones, ignorando el sufrimiento que pasan otros...
- Sé que es algo simple- intervino el héroe de cabello negro refiriéndose a la habitación,- pero pronto el gobierno te proporcionara algo de dinero por mes debido al Programa de Testigos Protegidos, con él podrás comprarte lo que te haga falta, lo único q tienes que hacer es permanecer cerca mío para protegerte y evitar que se active tu quirk.- Asentí con la cabeza y continúe mirando por la ventana.- Ponte cómoda, iré a preparar la cena, luego te llamo.
ErasedHead se marchó cerrando la puerta tras de sí, cuando se fue por fin pude respirar tranquila, estar cerca suyo me ponía incomoda, no solo por el hecho de que me pueda rosar por accidente y activar mi quirk sino porque su cara da miedo... sobre todo cuando sonríe. Me da escalofríos.
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Dejo mi bolsa con un cambio de ropa sobre la cama, es lo único que poseo ya que cuando los héroes me rescataron solo tenía unos harapos, y ni siquiera esta ropa es mía, me la dio este sujeto para salir del hospital: Eran 2 pares de jeans uno con roturas y otro negro, dos remeras de colores y una campera de cuero, parecía algo gastada pero me servía para cubrir los brazos, ¡ah! Y unas zapatillas azules. No sé de donde habrá sacado esta ropa, no me lo imagino a ese tipo yendo a comprar ropa de mujer... No importa, ya no quiero pensar en ello.
Me acosté en la cama y pude notar que era bastante suave, no tan dura como la camilla del hospital y mucho mejor que el suelo donde dormía en el escondite de la liga de villanos. Al recordar eso se me viene a la mente Shigaraki, ese maldito villano que me secuestro, aun puedo oír su voz diciéndome que yo era su "conejo de la suerte", sus manos frías tocándome mientras me amenazaba... de solo recordarlo me da nauseas. Sacudo la cabeza y trato de no pensar en ello, ya no estoy bajo su poder.
Reviso la mesa de luz y en el cajón solo encuentro una libreta y un lápiz, en el otro mueble no hay ropa, solo mantas, sabanas, unas toallas y una bolsa de papel marrón medio arrugada, la abro y en su interior había una remera negra con gatitos blancos y un pantalón a rayas de muchos colores... ¿Lo habrá comprado Erased? Eran graciosos, me los probé y me resultaron cómodos así que decidí dejarlo como pijama para dormir... ¡Jamás saldría a la calle con esto puesto! Guarde la otra ropa en el mueble y salí de la habitación hacia el baño.
La casa no era muy grande, originalmente la residencia de los profesores está pensada para una sola persona, pero Erased me dijo que hablo con alguien para agregar otra habitación. No sé cómo habrá hecho... supongo que le he traído muchos problemas. Me asome a la cocina y vi que estaba preparando la cena, el delicioso aroma me abrió el apetito, de pronto se gira y con su rostro inexpresivo me dice
