28 | final

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—¡Por los cielos! ¿Qué te sucedió en el cuello?

Ni bien logró cerrar la puerta de la habitación para irse directamente hacía el living ya Yuna le había encontrado y sobretodo detallado intensamente su apariencia.

Suspiró terminando de cerrar girándose hacía ella, debió haberle hecho caso a Seonghwa cuando le propuso salir media hora antes de la habitación. Querían evitar el hostigamiento en preguntas de parte de Yuna y Jaehyun. Se negó ante ello él quería dormir unos minutos más y dejar que la pastilla de dolor hiciera efecto.

Seonghwa se había despertado antes con el propósito de ordenar ambas maletas y con ello comprarle pastillas para que disminuyera su dolor en aquella zona. Aún parecía irreal el hecho de haberse acostado juntos. Ante el recuerdo una sonrisa se formó en sus labios.

El mayor le trató tan bien, fué muy cuidadoso en lo que se respecta. Estaba muy agradecido como enamorado.

—El banquete de anoche, algo en esa reunión me dió alergia. —Mintió apretando el sujetador de la maleta.

Yuna entre cerró los ojos creyendo poco lo dicho. —No comiste el banquete, te dedicaste a beber y mandar a Seonghwa por unos bocadillos.

Se golpeó mentalmente. Había olvidado eso, tomando la poca valentía habló. —Seonghwa y yo tuvimos... ya sabes. —Desvío la mirada avergonzado.

—¡¿Eso lo hizo él?! —Escandalizó bajando completamente el cuello del suéter. —Dios, es una bestia.

Yeosang apartó la mano contraria para subir el cuello volviendo a cubrir las marcas rojizas como moradas.

—Quiero verte el pecho.

El peligris abrió los ojos horrorizado ante lo que había escuchado. —No.

—No te pedí permiso Yeosang, levanta el suéter.

No le gustó el tono que usó pero no podía negarle el pedido la menor le daba miedo en esas situaciones, sin más llevó su diestra hacía la prenda subiendola lentamente.

Yuna se acercó inclinándose hacía su abdomen, el pecho de Yeosang estaba tan lleno de mordidas como marcas no quería imaginar si habría más en otras zonas de la anatomía. Cerró los ojos bajando ella el suéter, con un pequeña mueca habló.

—Lo mataré, mira como tienes el cuerpo ni siquiera me quiero imaginar si hay marcas de sus dedos en tí.

—Pero... me gusta. —Musitó.

—¡Yeosang! eres mi bebé escuchate, esa bestia está llena de corrupción. —Se acercó para abrazarle. —Un momento. —Se alejó rompiendo el abrazo. —Esos sonidos que escuchamos Jaehyun y yo a las dos de la madrugada ¡¿Eran ustedes?!

Al no tener respuesta llevó su palma hacía la frente dando leves masajes. —Jaehyun dijo que estába bajo los efectos del alcohol y me llamó tonta. ¡Él sabía y no me dijo!

Yeosang se encogió en su sitio quería huir de ahí la situación le estaba incomodando en cierta medida. Sólo quería llegar al aeropuerto y dormir sin dar respuestas a nadie de si durmió o no con Seonghwa.

Sus súplicas fueron escuchadas de pronto el elevador se abrió mostrando a Seonghwa y Jaehyun en dirección hacía ellos dos, fué inevitable no ruborizarse al ver como su novio le sonreía. Yuna frunció el ceño confundida al querer saber el porqué de esa sonrisa dos presencias le interrumpieron.

—¿Por qué siguen aquí?

—¡Tú! —Señaló a Seonghwa ignorando la pregunta de Jaehyun. —Tu sucia boca le ha hecho tales atrocidades al cuerpo de Yeosang. ¡Mira su cuello! también el pecho, no voy a preguntar si hay más lugares profanados por tí. Espero que no le vuelvas a hacer eso.

nefelibata  |  seongsangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora