11

431 88 33
                                    

«Ésto es muy... peculiar»

Yeosang había recibido un mensaje de Wooyoung en el cual le hacía saber que ya había llegado a su casa, por lo que sin perder debido tiempo Yeosang le avisó que iría en camino pero vaya fué su sorpresa al recibir una negativa de su parte, una barata excusa como «Hoy no vengas, llegué cansado del viaje» era más que obvio la razón por la cuál su menor no lo quería en casa, igualmente ya no podía retroceder había leído el mensaje ya cuando su papá lo había dejado frente la casa de éste.

Quería mostrarse sorprendido al ver quién le recibía en la puerta era Choi San, el pelirosa había cambiado su cálida sonrisa al ver quién estaba de frente a él por una mueca de ¿vergüenza? tal vez.

—Yeosang, yo...

—No es necesario, leí el mensaje cuando ya estaba bajándome del carro. —Se encogió de hombros.

San sólo pudo asentir mientras apretaba sus labios.

—No le digas que vine, inventa una excusa, iré al centro mientras mi papá viene por mi.

—No puedo dejarte ir, vamos, no hay problema en...

Yeosang levantó su mano en señal de que no continuara hablando. —Te dije que no, volveré mañana. —Sonrió.

San sólo pudo asentir, sabía muy bien que de nada iba a servir su insistencia igualmente él se iría.

• • •

Tenía alrededor de una hora y media deambulando por el centro, había comprado un helado de bingsu con la esperanza de que la hora de irse llegara, no podía quitar su vista del reloj de la tienda, cada cinco minutos levantaba la mirada creyendo que así la hora avanzaría.

Bufó al leer por enésima vez las tres y dieciocho, maldijo por lo bajo al decirle a su papá que estaría desocupado en un aproximado de cinco y media, se quería golpear por no haberse fijado antes en el mensaje de Wooyoung, así no estaría en esa tienda de helados sólo.

Oyó como la campana de la puerta de entrada anunciaba un nuevo cliente, poco interés tenía en saber quién era o bueno quiénes, porque eran diferentes voces y una que otras risas.

Resignado quitó su vista del helado a medio comer para posarla en el ventanal frente a él cuando escuchó unas voces conocidas e inconfundible risa.

—Seonghwa, te lo pido, no me hagas sentir avergonzada ahora que conocerás a Wonpil. —Suplicó en susurros Sihyeon.

Seonghwa rió tomándole la mano con dirección al mostrador de helados.

—Seonghwa. —Insistió la mayor.

—Sihyeon te dije que no haré nada, sólamente quiero un helado, ¿o no puedo pedir uno?

—Es que no te dije dónde trabaja Wonpil. —Jugó con sus manos mientras bajaba la mirada.

—¿En dón...?

Una desconocida voz interrumpió la conversación.

—Bienvenidos, ¿qué desean ordenar?

Seonghwa volteó hacía la voz para responder cuando alguien más interrumpió.

—Hola Wonpil. —Habló tímidamente la pelirroja.

nefelibata  |  seongsangWhere stories live. Discover now