La Guerrera De Sangre.

El cambio obligatorio.

??? 1: Y yo me llamo Kykyo.

Héroe: No son muy comunes esos nombres pero tampoco puedo decir que sean malos, son muy hermosos esos nombres, sus padres eran muy dedicados a las cosas, nos vemos.

El hombre se fue del lugar dejando a las dos las cuales no tardaron suspirar, este no era el momento de distracciones, tenían hambre, debían buscar algo de comer y pronto.

En Tártaros.

La chica reposaba sobre lo que podría llamar cama, pues está solo era una barra de metal horizontal sobre la que Momo se acostaba, era horrible estar aquí, ya debía hablar de su embarazo pero temía a qué AFO usara el niño a su conveniencia, debía salir y eso debía ser ya, quería matar a la diosa, había tantas cosas que pensaba la chica que su mente se cansaba hasta el punto de doler, por eso dormía mucho, eso y que tenía sueño por el embarazo pero en eso su cuerpo empezó a vibrar , palpitaba pero no solo su corazón, era su propio cuerpo el que vibraba cual teléfono al recibir una llamada, de la nada toda su vista se torno borrosa y cayó en un sueño forzado.
De la nada en su mente se empezaron a formar flashbacks de algo que ella no había vivido.

* Flashback*

De un lado a otro, ella veía a alguien moverse, era algo delgada, de eso no había duda, tal vez en exceso, la mujer era de piel pálida, de ojos celestes, nariz punteaguda y cabello melocotón, esta se movía de un lado a otro maniobrando con cada herramienta que estaba en el lugar, ya fueran en el suelo o en las mesas, de repente, una niña entro al lugar, era de piel morada, algo extraño, era parecida a la mujer solo que versión morada y pequeña, la niña tenía los ojos llorosos a lo que la mujer apenas la vio la abrazo.

Niña: No quiero irme, no quiero.

La mujer la tomo de los hombros para verla fijamente, ambas miradas reflejaban tristeza.

Mujer: Yo tampoco amor mío, yo tampoco pero debes escuchar, debes irte a un planeta lejano, no lo sé, a uno donde ella no se le ocurra ir.

De la puerta de dónde había entrado la niña entro otra mujer del mismo tono de piel, morado, revoltoso cabello lila y de baja estatura con una niña aún más pequeña de color rosado.

Niña: Pero, ¿y nuestros amigos?

Ambas mujeres lloraron.

Mujer 2: No lo se, no sabemos que hacer.

Niña: El árbol dijo que se podía arreglar los daños si se le quitaba el corazón.

Mujer 2: Lo sabemos pero no podemos.

Niña 2: Y si vamos a otra línea temporal.

Mujer 1: ¿Cómo?

Niña 2: Ya sabes , ese árbol dijo que esa diosa duerme por un lego tiempo, aún nos queda tiempo familiar, por qué no lo aprovechamos para crear una máquina que dure mucho tiempo, así podremos matarla, quitarle el corazón y así, regresar todo a la normalidad.

Mujer 2: Eso no, es muy arriesgado y no sabemos si funcionará.

Niña 1: Pero madres, ustedes no se rindieron, nosotras tampoco, sus amigas murieron, pero podemos arreglar todo eso sí le quitamos el corazón.

Mujer 1: ¿Tú qué dices?

Mujer 2: No lo se , eso es muy arriesgado, no sabemos si funcionará.

Niña 2: Ustedes nos enseñaron que siempre hay que tener fe en lo que hagamos, esto es lo único que podemos hacer, tener fe en que se va a arreglar todo.

Las dos mujeres resignadas sonrieron, era tan grande el dolor pero tan bonito ver a sus dos hijas así que cada una cargo a una de las pequeñas y formaron un amoroso abrazo familiar.