Capitulo 31

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'juegos'

🦊

Una mañana hermosa que empezó con la salida del sol y dos personas no pudieron dormir del todo bien por una emoción que nacía de sus corazones, Rusia y México.

Pimero, México se levantó alegre y taradeaba canciones mientras se alistaba para el trabajo, alistaba su mochila donde llevaba su cambio para en cuanto termine de trabajar se cambiaría para su cita.

Desayuno, se echo un vistazo al espejo seguro de sí mismo, pero había un asunto en su cabeza aparte de su salida de esa noche, el asunto de su "padre" aunque a él no le gusta llamarlo de esa forma.

Tomó su mochila, dio un último vistazo a su departamento que estaba totalmente arreglado, para cerrar la puerta e ir a su trabajo esperando el momento de ver a "su ruski".

Por su parte, Rusia ya se había levantado pero no quería dejar de soñar, sentía su cama como una nube, aún así se tuvo que levantar por el hambre que le reclamaba un desayuno.

Sentía como su pesadez se iban poco a poco, tenía que ir por México a las 7, sus asuntos se habían resuelto, al menos eso cree, lo siguiente que quiere hacer es conocer mejor a México, ha visto lo principal, por ensima de su ser, pero no a profundidad.

Se preparo algo sencillo mientras miraba como no había arreglado en dos semanas su departamento y como este era un desastre >dioses< al parecer ese día sería de limpieza para el de arquitectura.

[...]

El aterdecer llegó pintando un cielo hermoso de varios colores, las nubes eran escasas y un par de corazones brincaban de alegría en dos lugares distintos.

México estaba por terminar su turno atendiendo muy alegre y daba suspiros al aire. Rusia se terminaba de arreglar y se miraba en el espejo buscando el más mínimo error y daba sonrisas que le salían si queder.

[...]

Los relojes indicaban las 7 de la noche, México terminó su turno y se fue corriendo al baño para cambiarse, el comportamiento de México le llamó la atención a sus compañeros que sólo se limitaron a pensar que al fin iba a salir del mundo de la soltería.

Salió sonriendo para despedirse de sus amigos -¡nos vemos el martes!-

-nos vemos- respondieron los demás viendo como México salió del establecimiento para toparse justo afuera con el chico que viene los domingos a la mesa 5, Colombia no pudo evitar soltar una pequeña risa al ver las miradas de ambos que se daban sonrisas bobas.

-son tal para cual, ¿verdad? Chile, Perú- Chile los miró irse entre risas -si pero comparten la misma pendejes- Perú soltó una carcajada -y parecen adolescentes en su primera cita-

[...]

Ambos jóvenes llegaron a la entrada de un gran parque de juegos mecánicos que daban luces cálidas y asombraba a la vista de cualquiera, había desde caballitos hasta la rueda de la fortuna.

Se formaron en una algo larga fila para las pulseras que te permitían subirte a los juegos que quieras -entonces ¿mi amá te topo en medio de una discusión?- pregunto México -técnicamente, si, aparte que hubiera golpeado a mi abuelo si no la detenía-

-pero mira tu carita, el cabrón te rompió el labio- la mano del de gafas pasó por el área que tenía golpeada Rusia, el labio, esto puso lo nervioso y tomó con delicadeza la mano de México para apartarla -estoy bien mi luna, mira ya casi nos toca-

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