•Can't Remember That Forget You• (Hiatus-Edicion)

Flores marchitas

NOTA: ¡Buenas buenas mis pecadores! :D Para no extenderme tato iré a el grano; lamento mucho la tardanza en esta historia, he tenido un bloqueo muy fuerte que me ha durado un buen tiempo, ¡Pero aquí está la actualización! Espero y sea de su agrado.

PD: Reproducir multimedia para ponernos más sad.

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El tiempo había pasado casi volando, las temporadas pasaban y los exterminios llegaban, el ultimo había ocurrido hace una semana, hubieron muchas victima por esos ángeles, pero era normal, ¿No? Realmente no le importaba mucho, porque había estado viviendo en su propio paraíso entre todo ese infierno. aquellos eran los pensamientos de el demonio de gran sonrisa mientras recorría tranquilamente por los pasillos, con aquel demonio que causaba tantas cosas en su persona, al caminar observaba cada cuadro interesante en las paredes con atención, apreciando tan encantadora arte.

— Nada mal Lucifer, tu palacio es encantador—. Dijo el demonio con simpleza  mirando a el monarca de soslayo.

— Lo sé—. El monarca sonrío satisfecho por el halago de s cervatillo. Había optado por darle un buen recorrido por todo el castillo, el cual duro casi toda la tarde.— Pero, no luces tan impresionado como espere que lo estarías—. Arqueo una ceja extrañado por ese dato mirando con atención como su cervatillo dejaba escapar una grácil carcajada.

— Me parece más impresionante tu acción de traerme aquí, pero agradezco mucho tu confianza y sacrificio, lo demás son solo objetos—. Respondió a su pregunta para después girar a ver una estatua de el mismo Lucifer en una esquina, ¿Qué tan egocéntrico podría llegar a ser ese demonio...?

— ¿Qué quieres decir con "Sacrificio"?— Alastor negó por lo tonto que también podía llegar a ser.

— Ya sabes, llevar a tu inmaculado palacio llenó de lujos y riquezas por el cual solo seres de la realeza han venido, a un pecador de clase baja, es inaceptable—. dijo con toda calma volviendo a retomar su andar, pero siendo detenido por Lucifer.

— Tú para mí eres más importante que cualquiera de ellos... ¿Quieres saber algo? A pesar de vivir en este castillo lleno de esos lujos y riquezas que mencionas... La soledad está en cada rincón de este lugar. Tener tantas cosas y no tener con quien compartirlas es abrumador, no tener aquí esa compañía que tanto me hace falta para sentirme completamente lleno en el mismo lugar donde he vivido por siglos—. Las claras indirectas no fueron captadas por Alastor de la manera que quiso. La mirada de su amor se sombreó.

— Ya vendrá esa persona con la que podrás llenar ese hueco que tienes...—. Lucifer reacciono rápido tomando entre sus manos el rostro de su amado con cuidado.

— ¡Ya no hay nada que llenar, Alastor! tú eres quien ha logrado llenar mi vacío y matar mi soledad, pero... Cada vez que estoy aquí sin tu presencia esa soledad regresa a mí, es tortuoso el hecho de tener una cama tan grande y tener que abrazar a una almohada imaginando que eres tú para no sentirme tan solo—. El corazón de el cervatillo martillo con fuerza, las palabras de Lucifer calaban en él con tal magnitud que le hacia temblar, en sus ojos podía ver tanta sinceridad que no podía dudar de él, tanta pena reflejada le daban unas incontables ganas de abrazarlo con fuerza y nunca soltarlo... Bien, ya se estaba pasando de curse, maldito Lucifer.

— Siento lo mismo por ti Lucifer... Pero nuestro amor no podrá llevarse al cabo como queremos, nunca sera bien visto, pronto tendrás que encontrar a una verdadera reina, digna de ti—. Rompió el contacto visual mientras bajaba su mirada a el suelo, teniendo una pequeña sonrisa llena de pesar. En cambio Luzbel negó.