Capítulo 11: Boggarts y chantaje

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Draco se había perdido demasiado en su tiempo lejos de Hogwarts. Se dio cuenta de que cosas malas habían pasado en su ausencia cuando miró a la mesa de Gryffindor su primera mañana de vuelta, y vio a Potter y Ron abatidos entre una muchedumbre de Weasleys, y a Hermione en un tramo del asiento sola.

Cuando se acercó a ellos al final del desayuno, se dio cuenta que se prestaban más atención entre ellos que a él, cuando la mayoría de la atención estaba dedicada a lanzarse miradas molestas. Una vez que escuchó la historia completa en la biblioteca esa tarde, con los chicos aceptando sentarse a regañadientes con él y Hermione, se dio cuenta que no sabía lidiar con lo que eran, después de todo, niños de tercer año. ¿Cómo pudo haber pensado en confiarles el secreto de la culpa o la inocencia de un hombre, cuando ni siquiera podía confiar en que no se pelearan a causa de una escoba?

"Draco, crees que estoy en lo correcto ¿verdad?" Hermione le suplicó, mirándolo tan ansiosa, que se preocupó de que ella hubiera estado esperándolo para que la validara. "La profesora McGonagall coincide conmigo en que pudo ser Sirius Black- y si hubieras escuchado lo que nosotros en Hogsmeade-"

"¡Por supuesto que va a estar de acuerdo contigo!" protestó Ron. "Como si Slytherin necesitara más ventajas contra Gryffindor después de su primer partido- tienes la mejor escoba en la escuela, y gracias a tu mejor amiga, nuestro Buscador tendrá que jugar el resto de la temporada en una escoba de la escuela-"

Draco sintió el espejo doble en su bolsillo, y consideró brevemente ofrecer preguntarle a Sirius Black si él había enviado la escoba, solo para ver sus expresiones. Pero la idea pasó rápido. "Hermione no está intentando sabotearlos para ayudarme, par de lunáticos. Solo tiene miedo de que morirás, Potter. El hecho de que no le han hablado solo por esto-"

"¡Te lo dije!" explotó Potter, tan fuerte que no solo Madame Pince les lanzó una mirada amenazadora, sino también las mesas cercanas. "¡Te lo dije! ¡¿No te lo dije, Ron?! ¡Sabía que te pondrías de su lado, Draco! ¡Siempre lo haces! ¡También lo harías incluso si se invirtieran los roles!" Hermione acarició tímidamente el nuevo dije en su brazalete, una granada que simbolizaba a la diosa Perséfone, y los ojos de Potter siguieron el movimiento. "Incluso si no te conviniera que yo no tenga una escoba decente, además de los Dementores-"

"¿Crees que es fácil para mí jugar con esas masas chupa almas cerca-"

"Comienzo mis lecciones con el profesor Lupin el jueves, seré capaz de enfrentarlos y tu no-"

"A Draco no le importa, es como dijiste, Harry, respaldaría a Hermione incluso si ella tomara todas las escobas del equipo de Gryffindor y les prendiera fuego-"

"En serio, es como si ninguno de ustedes entendiera que hay cosas más importantes que el Quidditch-"

Después de la discusión de cuatro personas llenas de quejas incoherentes en la que descendieron, Draco no podía culpar a Madame Pince por correrlos de la biblioteca. Estuvo más molesto con Potter y Ron por negarse a ir a otro lugar después, para discutir el asunto de una forma civilizada. Las acusaciones que saltaron después sobre Crookshanks y Scabbers le mostraron parte de porqué las cosas ya estaban algo tensas entre Hermione y los niños. Draco difícilmente obtuvo su credibilidad de vuelta con Ron al soltarle que estaba seguro de que Scabbers se lo merecía.

Una vez que estuvieron solos, Hermione le contó lo que escucharon en Hogsmeade, toda la sórdida historia sobre Black traicionando a los Potter. "No les digas que ya lo sabías," ella terminó, al ver su lúgubre expresión pero que no mostraba sorpresa. "Me imaginaba que ya lo sabías. Pero por supuesto que no lo mencioné... oh, han sido las peores vacaciones, Draco, desearía que te hubieras quedado, no tienes idea..."

Draco Malfoy y la Casa Black (#3)Where stories live. Discover now