Para cuando las chicas se reunieron con nosotros en un oscuro establo, resulta ser que la reina se negaba a venir con nosotros. La ventaja que tienen los semidioses descendientes de los dioses originales, es que son completamente inmunes a nuestras habilidades, por lo que Grecia descartó la idea de la hipnosis y prácticamente le ordenó a Dokhye que viniera con nosotros y Jimin subió por la fuerza el delgado cuerpo de su majestad a uno de los caballos.

Fue bastante extraño, la verdad. Digo, tenemos la autorización para darles órdenes a los monarcas si es necesario, todo sea por su seguridad. Pero nunca habíamos aplicado tal táctica, por lo que fue raro de ver.

Veo las luces de la ciudad, aún está oscuro pero pronto comenzará a amanecer. Cierro los ojos tratando de olvidar la molestia en mis oídos y el retumbar de mi corazón por tener a la reina tan cerca de mí. Usualmente tengo un equipo especial de protección para estas ocasiones, pero era una emergencia así que me expuse.

Una gran desventaja de mi habilidad, es lo sensible que soy. Puedo escuchar cualquier cosa porque soy sensible a los sonidos, puedo oler, ver y sentir por la misma razón. La explosión causó un gran daño a mis oídos, creo que me ha roto el tímpano o algo primordial porque en serio no escucho nada. También soy sensible al dolor, estoy teniendo una guerra conmigo misma para no ponerme a llorar a gritos ahora mismo. Sé que Park me mira, siento sus ojos en mí pero no abro los míos... De verdad a penas y puedo soportar esto.

Su mano se enreda en mi muñeca, me sonríe para tranquilizarme cuando abro mis ojos y su calma me llega, es parte de lo que sabe hacer. La mirada de Suni y Grecia también se enfocan en mí, entonces la castaña frente a mí coloca una mano en mi pierna para dar un apretón de apoyo.

Y Grecia aunque no es buena dando consuelo, lo intenta.

«Estarás bien».

«No estoy preocupada por mí».

«Nuestros príncipes... Más le vale a la reina darnos una explicación».

Cuando despierto lo hago de forma lenta, me siento pesada y somnolienta pero no quiero seguir durmiendo. En mi dedo del medio hay una pinza que toma mi presión arterial cada tanto, también hay una vía con suero en mi dorso. Exhalo aire, llevo mis manos a mi cabeza sintiendo una ligera molestia y me doy cuenta de que hay dos gasas y un material parecido a una maya médica en cada lado de mi cabeza, cubriendo mis orejas. Me siento en la cama y veo todo a mí alrededor, ni puta idea de en dónde estoy pero no parece un hospital.

Seguramente mi habitación temporal.

Me quito la vía del dorso de mi mano dejando la aguja colgando, lo mismo hago con el pequeño tensiómetro. Busco algo para mis pies y solo hay pantuflas, me las coloco rápidamente. En eso la puerta se abre, un chico rubio de mejillas rosadas entra sonriendo amablemente con una bandeja entre sus pequeñas manos. Lleva el uniforme de la agencia, solo así me doy cuenta de que yo también, solo que él mío es el doméstico y el suyo es el de protección y entrenamiento: suéter de látex color negro que deja expuestas las líneas y hendiduras de los músculos de su torso, sobre él un chaleco de plomo, pantalones militares del mismo color y las botas de combate, también los guantes de protección. Coloca la bandeja a un lado en la cama, se sienta a mi lado mirándome.

—¿Puedes oírme? —arrugo mi expresión ladeando la cabeza.

—Sí, pero no hables tan fuerte —asiente suspirando aliviado— ¿Qué hiciste?

—Tuve que sedarte, el dolor estaba matándote —se explica—. Te revisé y Nana me dio el permiso para hacerte una cirugía, tus tímpanos estaban rotos por lo que básicamente te puse parches con tu propio tejido... ¿Aún duele?

Moonchild: The Life |Jeon JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora