Capitulo 17

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El día de finales de verano era fresco en las montañas de Cloud Recesses, el sol ardía en lo alto. Lan Zhan se secó el sudor de la frente e ignoró las quejas de Jiang Cheng desde donde caminaba entre Lan Zhan y Wei Ying.

A la cabeza de su caminata en fila india por el sendero, Wei Ying se adelantó riendo. "Aww deja de quejarte, Jiang Cheng. ¡Es hermoso afuera! Solo aspira ese aire fresco ". Hizo una pausa para inhalar en voz alta, con los brazos extendidos mientras miraba por encima de la cornisa y hacia el bosque de abajo.

Jiang Cheng, con un ceño aparentemente permanente grabado en su rostro, se detuvo junto a Wei Ying. Tenía las mejillas enrojecidas por el esfuerzo y la respiración entrecortada. "Hay aire fresco por todas partes". A pesar de sus palabras, respiró profundamente.

Lan Zhan resopló molesto. Ya estaba cansado de Jiang Cheng, y el otro chico solo había estado en Cloud Recesses durante unos días. Pensar que estaba dispuesto a quedarse la mayor parte de un mes. Al menos Wei Ying estaba emocionado, lo que compensó de alguna manera la irritación de Lan Zhan.

Wei Ying había extrañado a Jiang Cheng, y las cartas simplemente ya no eran suficientes. De alguna manera, había logrado convencer a Lan Qiren para que le permitiera a Jiang Cheng una visita prolongada, aunque Lan Zhan no podía imaginar cómo. La razón ostensiva fue fortalecer las alianzas enseñándole a Jiang Cheng más sobre el aliado más cercano de su clan, aunque cuando Jiang Fengmian dejó a su hijo, Lan Zhan también lo escuchó pedirle a Lan Qiren que impartiera habilidades de liderazgo y meditación, lo último probablemente con la esperanza de frenando la actitud de Jiang Cheng. Para una persona tan pequeña, Jiang Cheng tenía un temperamento bastante volátil. Lan Zhan se preguntó si las técnicas de Lan funcionarían incluso para alguien como él.

Sin embargo, la alegría de Wei Ying contrarrestó la brusquedad de Jiang Cheng, y tan detestable como Lan Zhan era pasar tiempo con el heredero de Jiang, ver a Wei Ying feliz hizo que la experiencia valiera la pena.

"Oye, Jiang Cheng, ¿crees que alguna vez te casarás?" Wei Ying preguntó de repente mientras reanudaban su caminata.

Jiang Cheng tropezó con una piedra suelta y la miró. "¿Por qué estás hablando de matrimonio?"

"No se. Sólo de pensar."

La excusa fue desdeñosa, pero Lan Zhan sabía por qué el matrimonio estaba en la mente de Wei Ying.

Días antes de la llegada de Jiang Cheng, él y Wei Ying, junto con el resto del círculo íntimo del clan, habían asistido a una boda sencilla pero impresionante entre dos cultivadoras Lan. Aparte de los arreglos de flores, que fueron la única decoración de la ceremonia al aire libre, el detalle que más impresionó a Lan Zhan fue cómo las mujeres se miraban entre sí. Sus miradas de adoración no podían confundirse con nada que no fuera la forma de amor más pura y devota.

Había pasado mucho tiempo desde que Lan Zhan lloró, pero ver a las cultivadoras inclinarse hizo que sus ojos ardieran. Sabía que era joven, pero al mismo tiempo, sabía que cuando las personas de su familia encontraban a sus predestinados, caían y caían con fuerza, o eso advirtió su tío. Lan Zhan estaba bastante seguro de que ya había encontrado a su persona y, por lo tanto, era natural imaginarse a sí mismo y a Wei Ying en los lugares de los cultivadores, prometiéndose el uno al otro por toda la eternidad. Desde que se dio cuenta de su amor por Wei Ying, a Lan Zhan le dolía el pecho de lo mucho que anhelaba un futuro con él. ¿De qué otra manera podría garantizar que Wei Ying permanecería a su lado siempre, si no a través del matrimonio? Lan Zhan sabía que era egoísta de su parte, tal vez incluso una tontería, considerando su falta de experiencia con el amor. Pero él lo quería de todos modos,

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