Capítulo 44: Estás cosas no pasan en Nueva York

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—Eso te digo yo a ti —digo antes de colgar.

—¿Qué crees que tenga que ver Taylor con Saint? —pregunta Freya mirando por el espejo retrovisor que las chicas estén detrás de nosotros.

—No lo sé, pero nada de lo que se me ocurre es bueno.

Llamamos a las chicas y les doy una explicación rápida de las palabras de Tyler, parece que de todas maneras si tendremos nuestra pijamada. Ya la noche ha caído cuando estacionamos frente al edificio de Taylor y Kendall baja del auto junto a ella para poder ir por Jayden.

Mantengo mis sentidos alerta tanto por Saint como por George, no me perdonaría nunca si algo le pasara por protegernos a nosotras.

—Genial —digo cuando veo a Taylor y Kendall salir del edificio con el bebé y una pañalera azul.

—¿Ese es el bebé de Taylor? —me pregunta Freya con el ceño fruncido.

—Así es —digo comenzando a conducir.

—¿Sabes quién es el padre?

—¿Por qué eso sería relevante? —pregunto confundida.

—Porque ese niño es igual al maniático de Saint.

—¿Qué?

No consigo decir nada más debido al auto que impacta contra nosotras, destrozando el vidrio de mi ventanilla y activando las bolsas de aire. Los vidrios cortan mi rostro y no tardo en comenzar a sentir la sangre goteando por mi sien. Escucho las ruedas del auto que nos embistió derrapar por el asfalto y huir. Maldito.

Gruño cuando intento respirar y una punzada bastante dolorosa en mis costillas me lo impide y estoy casi segura de que el golpe me fracturó una costilla.

—¿Estás bien? —le pregunto a Freya, más aturdida que otra cosa.

—Sí. ¿Y tú?

—Sí.

—Hay que salir de aquí. —Me deshago del cinturón de seguridad y abro la abollada puerta para salir del auto. Mis piernas no responder y me siento caer al suelo, pero el impacto nunca llega.

—Te tengo —escucho la voz de Kendall y me ayuda a mantenerme en pie.

—¿Están bien? —le digo y ella asiente.

—No tenemos tiempo para preguntas. —Kendall me arrastra fuera del auto. Freya está mejor que yo, apenas y tiene una cortada en la sien y un golpe en su pómulo.

—Te ayudo.

Entre ambas me ayudan a subir a la camioneta de Candice, en donde el llanto de Jayden apenas y me deja pensar.

—Demonios, los autos golpean frente.

—Que buen hallazgo —ríe Freya, ayudándome a estar cómoda en el asiento—. Vámonos antes de que vuelvan.

—Sujeta esto —me dice Kendall dándome una toalla hecha un puño para colocarla en la herida en mi frente.

—¿Luce mal?

—Solo si Tyler te ve.

—Luce peor que mal, entonces.

No sé si me desmayo el resto del camino, pero cuando vuelvo a abrir los ojos, estoy en el aire. Literalmente.

Un par de brazos me envuelven y cuando levanto la mirada, me encuentro con Jeremy, quien me lleva cargada hasta la casa de los Moore y me deposita en uno de los sillones de la sala.

—Aquí tengo el botiquín —escucho la voz de una mujer, creo que es Isabelle.

—Estoy bien —me quejo, ignorando el escozor que recorre las heridas de mi rostro.

Luz de Luna (Saga Alfas #3.5)Where stories live. Discover now