.Blood.

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Todo ocurrió en un pequeño parpadeo.

El cuerpo de Stiles fue arrojado al suelo como un pesado costal de papas, Amanda se transformo en una loba completa y Derek se lanzó a ella sin pensarlo.

Stiles quizo de alguna forma incluirse en la pelea, pero enseguida notó que Amanda le había esposado con lo que parecían ser las esposas más fuertes del planeta, completamente irrompibles, por lo cual solo podía limitarse a observar aquel horrible y sangriento duelo de muerte.

Mordidas, zarpazos, empujones, sangre, mucha sangre...incluso Stiles estaba ligeramente salpicado.

Amanda era toda una experta, sabía cómo moverse, donde atacar...Derek parecía estar dando todo y sin embargo Amanda parecía estar ganando la batalla con muy poco esfuerzo y bueno, era obvio que el humano definitivamente no podía permitir aquello.

Ya se había liberado de esposas al menos un par de veces, porque vamos, su padre es el sheriff, es algo de esperarse, sin embargo esta vez no le era posible y no estaba muy seguro si era algo en el ámbito psicológico o si se trataba de algo más.

Intentando ignorar lo que sucedía a tan solo un par de metros de este, tomó un par de respiraciones profundas y se concentró lo mejor que pudo, sin embargo lo único que obtuvo fue dolor en las puntas de sus dedos y ardor en sus muñecas, definitivamente las esposas estaban muy alteradas.

Bien, había entrenado lo suficiente, pelear sin brazos no era imposible...o eso es lo que pensaba.

Su mirada se posó en los ya completamente empapados lobos y de inmediato sintió lo rabia invadir su cuerpo, pues Amanda tenía a Derek bajo su cuerpo, con el hocico intentando conectar con el cuello de este, sin embargo este luchaba lo suficientemente para apártale a apenas centímetros antes de que le tocase.

Entonces sin pensarlo se lanzó hacia la loba, logrando teclearle fuera del cuerpo del lobo. Y Amanda definitivamente no estaba para nada contenta con la estupida acción del menor.

Su pelo se erizó, su cuerpo se tensó y sus dientes salieron a la luz, mientras que sus ojos se encendieron de un horripilante color rojo fuego. Bien, estaba muerto, pero al menos Derek no lo estaría, o eso quería pensar.

— No te tengo miedo Amanda, ya no, me dañaste a mi...me rompiste, no voy a permitir que dañes a otros -soltó sin ninguna clase de emoción.

La loba respondió con un horrible gruñido, enseñado más un poco más sus dientes increíblemente afilados, salivando ligeramente en el proceso.

— Creo que olvidaste ponerte la vacuna de la rabia, perra -murmuró, sonriendo sin remordimientos.

Quizá acababa de terminar de firmar su sentencia de muerte o quizá había ganado un poco de tiempo para que Derek pudiese recuperarse un poco.

O quien sabe, quizá para algo mucho mejor.

La loba estaba furiosa y no dudó en lanzarse hacia el humano para atacarle, pero para su mala suerte esta fue derribada a mitad de su cometido, justo mientras se encontraba en el aire.

El alfa verdadero, el gran Scott McCall estaba dentro del juego.

— Y el resto? -preguntó Stiles.
— Los mande a casa, no necesitan ver cómo termina esto -respondió en un tono que su ex mejor amigo jamás había escuchado.

Scott ataco sin ninguna clase de piedad a aquella mujer quien muy apenas y podía defenderse con un par de rasguños y para su mala suerte la cosa no terminó ahí, un par de segundos después Derek se unió a la batalla más fuerte que nunca y entre los dos lograron debilitar a la loba lo suficiente para que esta terminase en el suelo sin fuerzas para levantarse.

La loba ya había perdido mucha sangre por lo cual su recuperación sonaba muy lejana, momento perfecto para acabar con el asunto.

Scott y Derek intercambiaron miradas y acordaron algo en completo silencio.

En un segundo Derek se abalanzó hacia la loba y le mordió el cuello con demasiada fuerza que terminó rompiéndoselo.

Pero no podía dejarlo así, realmente debía asegurarse de que la cosa terminase ahí, de que esa chica jamás volviese a dañar a Stiles o a cualquier otra persona.

— Vamos a casa Derek -murmuró Stiles.

Sin embargo el lobo solo le observo por
un segundo y negó con lentitud.

Y entonces hizo lo impensable.

Algo que dejó ligeramente horrorizados a ambos chicos (aunque bueno, Stiles realmente lo disimulo muy bien).

Crudamente y sin censura arrancó la cabeza de esta por el cuello y la escupió a medio metro de su cuerpo, para después convertirse en humano.

Entonces los tres chicos intercambiaron miradas ligeramente incómodas y con un extraño sentimiento indescifrable.

— Una menos -soltó Derek, limpiando su rostro ligeramente.

Y entonces Stiles se lanzó hacia él y le tomó por el rostro, para después besarle apasionadamente.

— Bien...yo...los dejo solos -murmuró Scott apartándose de la escena.

No necesitaba ver a un desnudo y ensangrentado Derek besarse con su mejor amigo...ex mejor amigo.

Pero lo que ninguno imaginaba es que las cosas estaban muy lejos de terminar.

Changed. -Sterek-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora