—Sophie, no los conocí y tu madre no hablaba de ellos. Su familia era muy disfuncional y era un tema que no tocaba. No sé sus nombres, no sé si siguen vivos. Lo lamento. Si no te van a dar el trabajo por un detalle así de absurdo tal vez no merezca la pena. —Se levantó, un poco enfadado. No le discutí. Él recién salía del hospital y no quería que tuviera una recaída. Al menos ya tenía algo de información. Con el apellido de mi madre, podría preguntarle a Solange si ella estaba en su base de datos.

****

No llegué lo suficientemente temprano como quería al colegio. Cuando Tiago y yo entramos al salón, Aaron estaba rodeado de casi todo el curso. Por curiosidad nos asomamos también.

—Se ve muy bien lo que están haciendo. —Uno de mis compañeros me dijo golpeándome el hombro. Cuando por fin pude ver a Aaron, noté que dibujaba, y algunos de nuestros compañeros se pasaban sus dibujos.

—¡Maya! ¡me encanta el comic! —al notar mi presencia Lucia se dirigió a mí.

Le comuniqué con la mirada a Aaron que estaba en problemas. Se había tomado en serio lo del comic y lo estaba dibujando. Las primeras páginas eran de nuestro encuentro con la entidad del callejón. Tuve que disimular frente a mi hermano que no se explicaba en qué momento Aaron y yo habíamos empezado con eso.

La atención hacia el comic se desvió cuando una de mis compañeras notó mi anillo y todas se me abalanzaron a jalonearme la mano.

—¡Qué suerte tienes!—me dijo una que no paraba de mirar embelesada el diamante.

Los chicos seguían interrogando a Aaron y cuando volteé hacia él nuestras miradas coincidieron. Lo esquivé, me ponía incómoda hablar de mi compromiso frente a él.

"En serio vas a dibujar el comic de lo que hacemos en la dimensión T51?"

"¿sí? ¿Por qué no?"

""¿No nos meteremos en problemas?"

"No, si nadie se entera."

"¿Y estás dibujando absolutamente todo?"

"Con algunas mejoras. Y la versión erótica saldrá en un extra"

"No te atrevas a dibujar nada de eso o te castro, en esta y la otra dimensión!!!!"

"Tarde"

Fue lo último que me escribió antes que la maestra de literatura nos descubriese pasándonos el cuaderno. Mentí diciendo que preguntaba una duda y regresé a pasar la clase en silencio.

***

En el recreó recordé lo que el señor Key me había pedido. Seguro la próxima vez que nos viéramos quería un reporte sobre sus hijos. ¿Qué le iba a decir? Lo del comic era algo que podía ponernos en problemas a ambos, aunque yo no había decidido participar.

Él y Liam estaba solos, hablando de manera misteriosa. Se habían apartado detrás del gimnasio y decidí acércame a ellos. No necesité disimular, total, podía ser normal que quisiera hablar a solas con ellos respecto a la otra dimensión.

—¿Qué hacen? —les pregunté de manera casual.

—Nos repartíamos la droga —respondió Liam.

—¿La droga?

—Sí, el crack nos ayuda a abrir portales. Así traemos criaturas más poderosas —explicó Aaron.

—¿Te imaginas un parásito nivel doce? ¿O un carroñero? Esos dejarían limpio el pruebo en una tarde —A Liam le brillaban los ojos con maldad.

—Sería como un apocalipsis. Todos intentando inútilmente sobrevivir. Increíble.

TransalternaWhere stories live. Discover now