TWENTY

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Quiero que me recuerdes cuando hagas el amor, abras los ojos y, encima de ellos, ya no esté yo

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Quiero que me recuerdes
cuando hagas el amor,
abras los ojos y, encima de ellos,
ya no esté yo...

20.

Después del incidente del rubio y Obito, ninguno se dirigió la palabra. El Uchiha regresó al condominio, y todo seguía “normal” como antes.

Y aunque el azabache se lo negara a sí mismo, estaba preocupado por la relación con sus amigos, y por supuesto, con Deidara.
Seguía pensando en aquella nota de ayer, quería demostrarle a ese sujeto que sus amigos no son como él cree, es hora de pensar en los demás, seguramente sus amigos también pasaban por malos momentos, no quería que su relación se estropeara por una estúpida nota anónima, definitivamente no.

Por otra parte, la decisión de ser cortante con Deidara lo estaba matando, mostrarse frío e indiferente ante el Kamiruzu definitivamente no iba a funcionar, pero las ideas se le acababan, aunque seguramente al rubio le daba igual todo lo relacionado al Uchiha y eso lo deprimía aún más. 

Durante toda la mañana no cruzó palabra con sus amigos, realmente quería entenderlos, quizás estaban muy ocupados con las tareas u otras cosas, tampoco se mostraban tan animados así que supuso que debía ser por eso.

— ¿Debería planear algo para entusiasmarlos? — se preguntó. — Soy malo en este tipo de cosas... ¿Que podría hacer? — volvió a interrogarse mientras tomaba su chaqueta del casillero.

Ya había llegado por fin la hora de salida, no fue un día tan relevante e incluso lo consideró aburrido, pero se sentía motivado de alguna manera, quería empezar de nuevo y darle un pequeño detalle a sus amigos.

— Podría cocinar algo para ellos, pero, soy malo en la cocina. — Dijo ya saliendo de la universidad. — Aunque...

“Mientras lo hagas con cariño, me sentiría feliz de saber que lo intentas por nosotros”. Recordaba las palabras que Rin le decía, la manera en la que lo apoyaban y nunca lo dejaban caer nuevamente. Entonces, intentarlo por ellos, valdría la pena.

Tampoco es que le saliera tan mal la comida, solo es cuestión de práctica.
Obito corrió emocionado hacia él primer supermercado que vió, mientras sonreía. 

[...]

— ¿Ya te vas? — preguntó el grisáceo al ojiazul.

— Sí, Sasori me invitó a su departamento. — Contestó el rubio.

— Podemos salir la próxima vez. — Dijo Konan.

Más que pasión - [T/ObiDei] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora