Estamos Hechos para Amar [ YiZhan ]

Capítulo XVII: Libra

Marzo de 2020, en un avión en algún lugar de China

Lo peor de la tormenta de mierda que había consumido el mundo de Xiao Zhan era lo que estaba haciendo a su familia. Casi podía aceptar que lo arrastraran a él por el barro, ya que había elegido ser una figura pública, pero su familia nunca pidió nada de esto.

Pocos días después de quecomenzara la campaña del 227, su querido abuelo falleció. En ese momento, XiaoZhan había pensado que podría ir con su familia para presentar sus respetos asu wai gong, y para escapar de lastonterías que se acumulaban en la red.

Pero entonces un amigo había regañado a los antis por atacar a Xiao Zhan a raíz de la tragedia familiar, y en respuesta, molestaron ese amigo, se burlaron de Xiao Zhan por utilizar la muerte de su abuelo como distracción, y escandalosamente, algunos incluso afirmaron que su abuelo no había muerto en absoluto, y que todo el asunto era sólo un engaño para ganar simpatía.

Lo último que quería Xiao Zhan era que toda la fealdad en la que se había convertido su vida pública llegara a su familia, para acumular más angustia en un momento tan triste, así que, a regañadientes, decidió que era mejor que se mantuviera alejado del funeral. Le dolía no estar allí para su familia y perder la oportunidad de honrar la vida de su abuelo, pero estaba claro que viajar a Chongqing en ese momento habría atraído una atención y un estrés no deseados en un momento en el que su familia ya estaba de duelo.

Y, sin embargo, sintió una punzada de culpabilidad porque una parte de él se sentía aliviada por haber evitado tener que responder a las interminables preguntas de las tías, tíos y primos lejanos que habrían asistido al funeral de su wai gong. Preguntas sobre la crisis, sobre cuándo se iba a casar (esa pregunta perenne para todos los hombres de su edad), o -para aquellos familiares suficientemente al tanto de los chismes de los famosos- sobre Yibo.

Yibo.

A pesar de todo, podía sentir cómo las comisuras de su boca se curvaran al pensar en Yibo, en su sonrisa arrogante, su mirada intensa, su risa juguetona, su boca sucia, la forma hechizante en que movía su cuerpo... todo ello en una persona tan desconcertante, absurdamente talentosa y hermosa. Una persona que lo adoraba y lo amaba más allá de toda razón.

¿Por qué yo? Sabía que Yibo se escandalizaría de que se hiciera esta pregunta, pero ¿qué se suponía que debía sentir cuando la estrella de Yibo brillaba tan intensamente, elevándose rápido y alto por encima del pozo donde Xiao Zhan estaba atrapado?

Yibo había resoplado burlonamente la última vez que Xiao Zhan lo había mencionado, en forma de broma autocrítica, por supuesto, porque le dolía demasiado tener una charla seria sobre el abismo que se estaba abriendo entre ellos.

Ge, ¿te das cuenta de que la gente te odia cuando haces esto? ¿Como cuando dijiste que considerabas tu aspecto físico como un seis sobre diez? Si quieres cumplidos, sólo dímelo. Puedo estar horas hablando de lo perfecto que eres. No necesitas pescarlos así. ¿Quieres oírlo? ¿Todas las razones por las que eres el único para mí?

Xiao Zhan se encontró sonriendo al recordarlo, incluso al recordar cómo le había hecho señas a Yibo para que se fuera y le había amenazado con terminar la llamada si no dejaba de decir tonterías. No había querido escuchar sus razones. Bueno... sí quería, pero se sentía egoísta al querer que lo tranquilizaran, como si obligar a Yibo a decirlo todo en voz alta funcionara como un conjuro mágico, atando a Xiao Zhan incluso cuando lo correcto sería dejarlo ir.

Xiao Zhan suspiró y se giró para mirar por la ventanilla del avión la alfombra de nubes blancas de aspecto suave que se extendía por debajo de un cielo azul abierto y brillante. Desde el suelo, pensó, el cielo parecería gris, claustrofóbico y nublado, pero seguía siendo el mismo cielo.