Capítulo 15

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15. LAS RAZONES

De: auroramillerdelvale13@gmail.com

Para: informantrebol@gmail.com

Asunto: Con cabeza fría

No te preocupes, ya lo pensé bien y no quiero conservarla por siempre.

Verás, tuve un momento incómodo con Zacharías porque sus ideas me contrarían demasiado y tuve el momentáneo deseo de odiarlo y por ende, dejarlo desgraciado toda la vida.

Pero no podría, no soy así.

Cosa curiosa, lo que dices acerca de su falta de empatía es exactamente lo mismo que yo pensé cuando discutimos, lo que me hace sentir mejor porque significa que no exagero pues tú también lo ves así.

Y desanima, ¿sabes? Porque ya van semanas de Zacharías sin suerte y no ha aprendido lección alguna, sigue esperando a que la fortuna regrese para ser el mismo de antes, ¿realmente ha valido la pena?

Me queda menos de una semana con la suerte (y créeme, me alegra) pero empiezo a pensar que todo este enredo ha sido en vano.

¡Y me molesta! Azucena es la única persona que me ha ofrecido su amistad sincera antes del relicario y temo que después de él, ya no la tendré conmigo. No te estoy echando culpas porque nadie me obligó, pero dijiste que puedo desfrustrarme acá, así que ¡sí me frustra! Lo hecho, hecho está, así que ni modo de excluirme de esto, pero aaagg, ahora ni Zacharías aprenderá ni Azucena será mi amiga.

Me queda solo la dicha de mi cumpleaños y luego de eso... todo a pique hasta la graduación...

Hoy tuve una conversación con Azucena en la que me dijo que a esta edad todos estamos propensos a equivocarnos y creo que este ha sido el peor de los míos.

Repito, no te culpo en absoluto, solo me culpo a mí.

¡Ah! Y para completar, creo que Azael me estaba coqueteando. Voy de triunfo en triunfo.

En fin... creo que en este momento solo estoy negativa, pero pienso en mi yo de aquí a una semana y sé que estaré o triste o furiosa o avergonzada o en un lindo cóctel de todo eso junto.

Gracias por leerme.

Con cariño, Aurora.

Encuentro curioso no sentirme mal o abochornada luego de dar en enviar; me pregunto si se debe a que ya siento confianza con el Extraño o a que siento la frustración tan profunda que poco me importa lo que él piense.

Hubo en realidad dos razones para aceptar el plan del Extraño cuando me lo propuso por medio de un correo anónimo: la primera fue la incredulidad a todo, pero la segunda fue esa partecita de mí que esperaba que fuera verdad porque necesitaba la suerte próximamente... y que ahora que lo pienso es triste y patético.

¡Esa suerte es mía! •TERMINADA•Where stories live. Discover now