Henry dejó 3 platos con comida frente a nosotros. El único del día.

Comenzamos a comer en silencio. Podía sentir que nos miraba con atención.

-Tú, toma una tarjeta- dijo mientras señalaba ha la rubia.

Ella la tomó algo nerviosa, pero suspiró con alivio y le mostró su tarjeta "Sigue participando".

La otra chica que estaba ha mi lado, la tomó, pero su expresión no fue la misma.

Comenzó a llorar. "Felicidades ".

Henry la sacó mientras le jalaba el cabello. La amarró en la mesa que estaba en el centro y luego se acercó nuevamente a nosotros.

-Luke- dijo mientras me tomaba del brazo y me levantaba.

El contacto de mis pies con el suelo, era una completa tortura. Me hizo sentarme en una silla y luego me ató a ella.

-Te había dicho que los verías morir a todos, pero me de dado cuenta de que no lo has hecho, pero hoy estas en primera fila- dijo con una sonrisa cínica.

La chica no hacía nada más que llorar.

-Déjala- le grité, pero él solo reía.

Cerré mis ojos, no quería ver eso. No quería ver nada ni saber de nada. Todo ésto era un tormento.

-Pensé que no me tenías miedo. Abre los ojos.

-Solo tengo lástima de ti, cada vez pienso que te muerte debe ser más que  miserable. Yo ya no le tengo miedo a morir, pero tu si lo tienes.

Apretó su mandíbula, pero me ignoró.

Tenía una olla con agua hirviendo. Su sonrisa se extendió con maldad.

No sé en que momento tomé el valor, pero me levanté, aún estando atado a una silla con cuerdas, pero eso no me impidió lograrlos.

Lo único que pude hacer, fue empujarlo con todas mis fuerzas.

-No mereces la vida. Deberías darle espacio a otro que realmente lo merezca.

-Cállate- me gritó.

-No me quedaré con la boca callada, no mientras viva y pueda decir lo que se me antoje. Seré tu pesadilla y quien te recuerde lo que realmente eres. Te vas a morir pronto, abuelo- dije mientras reía.

-Yo no moriré- gritó.

-Si lo harás. Sientes placer en asesinar a los demás, por que intentas pensar en que jamás tu morirás. Pero alguien te hará pagar por lo que hiciste y te darás cuenta de lo que se siente estar muriendo. Debes ser una terrible decepción para tu familia, una mierda de hijo que no vale nada. Seguro estan arrepentidos de haberte traído a éste mundo.

-No te metas con ellos- me gritó mientras cubría sus oídos.

-De seguro que prefieren no saber nada de ti. Donde sean que esten, estan mejor sin ti.

-Infeliz.

-Yo fui feliz y me hace feliz verte así, sufriendo, pagando por lo que has hecho, soy como el subconsciente que nunca has tenido. Pero tu, eres esa clase de persona que está vacía y no siente nada más que odio y dolor. Estás solo en éste mundo...

De un momento a otro, sentí su puño estrellarse contra mi rostro.

Me desató de la silla y me ató a otra que era más pesada.

-Ya no volverás a hablar- dijo con una sonrisa maliciosa.

Tomó una tijeras de jardinería y abrió mi boca.

No, por favor.

Sacó mi lengua con su otra mano y lo último que sentí fue el metal de las tijeras en mi lengua y la sangre comenzando a brotar.

Mi fin cada vez estaba más cerca, de eso estaba seguro.

Día 7 (último ):

Mi cuerpo estaba debilitado. En realidad era un milagro que siguiera con vida.

Tenía un pañuelo dentro de mi boca.

Estaba muriendo, ya me quedaba poco.

-Luke- dijo la rubia con lágrimas en sus ojos.

Me rodeó con sus frágiles brazos y comenzó a llorar. Con la poca fuerza que tenía, le devolví el abrazó.

Henry llegó con dos platos con comida.

-Ni creas que éste es para ti. Trágate tu propia sangre- dijo mientras comía.

Sentía que me estaba asfixiando. Escupí el pañuelo y comencé a escupir sangre. Mis ojos se estaban cerrando y mi cuerpo perdió la fuerza.

Dios, perdóname. Debí ser valiente y ayudar a los demás.

Me estaba ahogando en mi propia sangre, pero por alguna extraña razón, el dolor iba disminuyendo, probablemente por que estaba más muerto que vivo.

-Mierda. Todavía no.

Henry me arrastró hacia algún lugar. Luego sentí que clavaba algo en mi estómago, mi cuerpo decía que debía sentir dolor, pero era como si ya estuviese acostumbrado.

Respiré profundamente por última vez. Un suspiro que le decía más que un adiós a la vida, un adiós a mi mejor amigo y um adiós al amor de vida.

Luke Hemmings había muerto, sin cumplir sus sueños y hacer lo que quería. No pudo despedirse de su mejor amigo y no pudo decirle a la chica que buscaba, que la amaba.

Pero como alguna vez dijo, "Ni la vida o la muerte, podrá separarnos".

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Muchas gracias a tod@s los que leyeron ésta novela!

Ya llegó a su final!

Me siento infinitamente agradecida!

L@s amo!!! :)

Who Killed Luke? ||L. H|| TerminadaUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum