Sognare - Gentaro Yumeno

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Hoy, me encontraba en el museo, habia una exposición de mi artista favorito, sin duda tenia que estar aquí.

Estaba tranquilamente apreciando una de sus obras, esta era nueva.

—Me encanta la forma en que utiliza los colores.

—¿Disculpa?

—Ah, los colores. Digo que me encanta la forma en que utiliza los colores.

—Ah, si. Él, intenta reflejar en el lienzo lo que sus ojos ven. Sin duda es magnífico.

—Gentaro Yumeno, mucho gusto— dijo él chico con quien charlaba, extendiéndome su mano.

—______— respondí su gesto y le dediqué una sonrisa.

—Hola ______. Veo que tú si conoces sobre arte. Yo sólo soy un novato que vino a ver pero, ¿quisieras enseñarme algo de lo que tu sabes?

—¡Claro! Con gusto.

—¡Perfecto! Y si después te invito a comer, ¿también aceptarías?

—Ya veremos— reimos y me convertí en su guía temporal.

Como era de esperarse, acepté su invitación. A decir verdad, era muy apuesto, sus ojos desde el inicio me cautivaron, y pues, acepté salir nuevamente con el.

Una de las tantas cosas que me hicieron enamorarme de él, fue su astucia y si gran imaginación. Era escritor y, aunque muchas veces mentía, lo que me demostraba eran sentimientos reales y sinceros.

—¡Claro que quiero ser tu novia!— dije muy emocionada mientras me acercaba a darle un beso, el cual respondió muy gustoso con una sonrisa.

—No puedo prometerte un "por siempre" pero si un hoy, un ahora. Sólo quiero vivir miles de experiencias a tu lado.

—¿Sabes? Nunca habiamos hablado de esto, pero, pienso igual que tú. Hablar de un mañana sólo es predecir, y decir que todo estará perfecto es mentir, asi que... ¿por qué no solo sentir? Me siento muy afortunada de tenerte aqui y ahora a mi lado.

—Créeme,— poso su mano en mi mejilla —yo también— completó y me besó.

Se que dije que decir que todo era perfecto, era una mentira, pero ahora, sólo me doy cuenta que estar enamorado te hace ver que, en verdad si existe el término "perfecto".

Gentaro era el amor de mi vida y estaba segura de eso.

   

(...)

    

Habian pasado unos cuantos meses después de que nos hicimos novios, Gentaro cambió un poco. Lo que antes pensaba que era mi cuento de hadas escrito por ambos, se estaba convirtiendo en una tragedia. O eso pensé hasta que descubrí la verdad.

—Perdóname.— dijo antes de entrar a sala de urgencias.

Estaba enfermo.

Que tenia con exactitud, no lo sabia, pero era grave. Duró internado alrededor de dos semanas y media, después de eso, por fin pude verlo.

Me pidio perdón una vez más por todo lo que habia hecho y habia dicho los últimos meses, pero me dijo que, sólo era para alejarme, pues sabia que no tenía mucho tiempo.

Me aterraba la idea de pensar en que podia perderlo, pero ahi estaria para apoyarlo hasta el último momento.

—¿Cómo está?— dije acercandome al sujeto de bata que salia de la habitación, anoche Gentaro tuvo convulsiones y, bueno, no me he despegado de aqui. De hecho, no lo he hecho desde que lo internaron.

—Pues, a comparación de la última semana, mejor, pero...

—¿Pero...?

—Lo siento mucho, pero no le puedo mentir. No le queda mucho tiempo.

Mi corazón automáticamente se rompió. Las lagrimas llenaron mis ojos, y estas, a su vez comenzaron a caer por mis mejillas.

—¿Él sabe?— dije apenas audible.

—Sabia que existia la posiblidad de morir, mas no que seria tan pronto. Quiere verte.

Imediatamente entré a la habitación. Cerré la puerta detras de mi y lo vi leyendo alguna novela que le había traído hace unos días.

—Veo que recibiste mi mensaje— dijo en un tono débil, pero con una pequeña sonrisa.

—Si. El dictor me dijo que, qu-querias verme— dije intentando no volver a llorar, lo cual, fue imposible.

—Ven aqui— me dijo golpeando su camilla, yo me acerqué lentamente y me senté a su lado.

—No, no. Acuestate aquí conmigo— me dijo mientras me hacia un lugar en la camilla. Yo solté una risa e hice lo que el pidió. Una vez acomodada, lo rodeé con mi brazo.

—Te amo— dijo mientras me abrazaba también, lo que provocó que mis lágrimas volvieran a salir.

—No te despidas... no quiero perderte— le dije enterrando mi cara en su pecho.

—No lo harás— respondió y escuché como comenzaba a soltar pequeños jadeos —sé que un dia te dije que jamas podria fallarte... perdón por no poder cumplir mi promesa.

—No, no. Gen, tú la has cumplido, no me has fallado. No lo harías, yo lo sé.

—Pero, veme. Más que curarme, sólo estoy logrando enfermarme mas.

—El diagnóstico es... es muy pronto y, no creo que exista la posibilidad de que me dejes.

—¿Y si mañana es peor? ______— me llamó y yo lo miré —, no quiero que sufras por mi, quiero que tú vivas tu vida. ¿Recuerdas lo de vivir el aquí y el ahora? Yo... dentro de poco ya seré tu pasado. Tú tienes un presente que vivir todavia.

—Pero no quiero vivirlo sin ti, Gentaro— dije volviendo a la posición que tenia en un principio.

—Tienes mis novelas, ¿no es suficiente?

—Te quiero a ti.

—Entonces me convertire en tu Ángel de la guarda. Y,— tosio un poco —te prometo que soñaré contigo, en cuanto pueda dormir.— sentí como su brazo dejó de hacer presión en mi y en seguida la máquina de la habitación, hizo ese sonido que indicaba que Gentaro, ya no estaba conmigo.





















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Lloremos 🤧

Song Shots- Hypnosis MicDove le storie prendono vita. Scoprilo ora