Capítulo 13

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- Te amo, Seiya - susurró Usagi, y no pudo continuar pues fue callada por unos labios suaves sobre los suyos propios.

Ambos estaban tan perdidos en su propio mundo que no fueron consciente de como Healer se caía del árbol desde dónde había estado espiando con Rini, y como esta saltaba para ayudarle a levantarse antes de que les pillaran.

Pero cuando Seiya rompió el beso, se quedó tan cerca de Usagi, que ni una pequeña brisa podía pasar entre los dos. Labios hinchados y rojos, respiraciones casi enlazadas junto a miradas brillantes que parecían decir más que cualquier gesto.

- ¿Estoy soñando? - preguntó Seiya con miedo en su voz - Dime que esto no es un sueño, y qué cuando me despierte aún seguirás aquí.

Usagi sonrió traviesa ante la mirada atónita de Seiya, y le empujó contra el suelo, haciendo que el muchacho se quejara suavemente por el golpe, luego se sentó sobre él y pellizcó la piel de su brazo con una sonrisa, sacando un nuevo quejido de dolor por parte de él.

- Si te duele, entonces es que es verdad - dijo Usagi con una sonrisa traviesa, pero cuando Seiya trató de atraerla más cerca para volver a besarla, ella hizo fuerza con sus brazos sobre el pecho del muchacho e impidió que la atrajera contra su cuerpo. - Sé que no quieres mis disculpas, pero aun así te las daré. Perdóname por darme cuenta tan tarde, perdóname por no haber visto tus sentimientos, ni los míos propios... pero creo que necesitaba tiempo para crecer, para madurar y sobre todo para aprender a valorar lo que tenía y que había perdido. Y sinceramente, una pequeña parte de mí, pensaba que ya no tendría ninguna oportunidad, pues te había dejado ir... así que gracias por permitirme soñar, y sobre todo gracias por no olvidarte de mí. Te amo, Seiya. Te amo siempre, como niño, como niña, como idol del pop, como guerrera... no me importa, siempre serás la persona que me cuida, que me protege y que me ha enseñado el amor verdadero.

- Bombón - susurró Seiya con lágrimas en los ojos, mientras atraía a Usagi contra su pecho, que ahora si se dejó - Te prometí que nunca te olvidaría, y nunca lo haré, no podría. Tengo que confesar que el regresó a casa, fue un infierno para mí. Pero no por qué tú no me hubieras correspondido, sino por no poder volver a verte, por estar lejos de ti... por qué, aunque no me correspondieras, y me estuviera volviendo loco en la tierra por ello, yo era feliz con solo tenerte cerca, con solo verte brillar con felicidad. Verte feliz es lo más importante para mí...

- Seiya... - susurró Usagi, atrapando los labios del muchacho en esta ocasión.

Ambos rodaron por el suelo, llenándose de pétalos de flores. Entre besos y risas, felices por el reencuentro. Sin ser consciente de las cuatro miradas que, en distintos momentos, habían descubierto esa escena, pero que no había interrumpido pues sabían que no debían.

Después de un largo rato, jugando, riéndose, besándose y simplemente pasando el rato juntos. Usagi se tumbó sobre el pecho de Seiya, jugando con sus dedos sobre la camiseta del muchacho, mientras este la abrazaba disfrutando de la cálida brisa sobre los dos.

- ¡Oye, Bombón! - dijo Seiya de pronto - Hay algo que dijiste antes...

- ¿Sí, Seiya? - preguntó Usagi con curiosidad alzando su mirada celeste hacia él.

- Dijiste que el padre de Rini no es Mamoru, pero que sabías quien era - dijo Seiya mientras acariciaba suavemente los labios de Usagi con una mano - ¿Entonces quién es?

- ¡Oh! - dijo Usagi con una sonrisa traviesa - ¿No lo sabes?

- ¿Qué? - preguntó Seiya algo confuso y Usagi estalló en risas, mientras ocultaba la cabeza en el pecho de Seiya.

La decisión de la princesaDär berättelser lever. Upptäck nu