Unos meses después de la batalla en la tierra contra el titán loco, todos parecen seguir con sus vidas con normalidad. Todos excepto Mcguire, quien no seguía adelante, sus pensamientos continuaban recordandole su amor por Steve Rogers.
Sin embargo...
Do you want love, or you want fame? Are you in the game? Dans the LoveGame
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2014- continuación
Los cinco entraron a una locación abandonada, alcantarillas. Mcguire estaba muy débil por usas sus poderes tanto tiempo.
-Herida de bala, perdió casi medio litro.- Gritó la pelinegra.
-Yo me encargo- Gritó otro
-Antes hay que verlo- dijo la pelinegra, Hill.
Detrás de una cortina, estaba un hombre moreno en una cama parecida a los hospitales.
-Al fin se dignan a venir.- Todos entraron y Mcguire se quedó afuera incómoda. Hasta que recargara fuerzas estaba estancada con ellos.
Ni siquiera escuchaba la conversación que tenían todos, no le interesaba. Se sentó lejos, "Oh Oneida debe estar furiosa, toda la tribu debe estar volviéndose loca. Para este punto, si descubrieron a Kiara y Ben las cosas se pondrán peor"
-¿Nos dirás tu nombre?- Steve se sentó junto a ella.- O tendremos que adivinar como lo hiciste con Romanoff.-
-Soy..-pensó por un momento. No quería usar su primer nombre, Anya era débil y le recordaba lo miedosa que era todo el tiempo.- ..Mcguire..-
-Bien Mcguire, soy Steve Rogers.- extendió su mano y la castaña la estrechó.- Debo preguntar ¿Qué eres? ¿Porqué te metiste?- Mordió su labio, debía inventar una mentira creíble.
-Amm.. Soy una humana si eso preguntas.- Mcguire quería golpear su frente.- ..experimentaron conmigo y por eso tengo ciertas habilidades. Y me metí porque era lo correcto, claro que no sabía que esos hombres me llevarían y menos que terminaría aquí.- Steve rio.
-¿Cuáles son tus habilidades? Por lo que vi sabías que movimientos haría él-
-Porque intuí que haría, no es difícil, es estrategia.- Ella por fin le puso atención. Era muy atractivo, probablemente el hombre más atractivo que haya visto. Alto, rubio, ojos azules tan intensos que daban la impresión de ser grises o plateados. Se puso nerviosa.
-¿Crees poder repetirlo? Quisiera que nos ayudaras a..-
-No- interrumpió ella.- No puedo, necesito regresar con mi familia. Además no es mi pelea.-
-Esta bien..-suspiró.- No quiero presionarte a nada, solo pensé que nos vendría bien tu ayuda, pero no te obligaré a algo que no quieras hacer.-
-Gracias Steve.- sonrió, el rubio le regresó el gesto.
-Estas sangrando, deberías ir a que te revisen.-
-No, ya está curado pero no me he limpiado.-suspiró.- Steve, escuché que era tu amigo. Debo decirte, ese hombre está sufriendo mucho, lo vi en sus ojos, lo sentí. Su mente estaba muy mal, pero aún con eso hubo un instante de paz cuando dijiste su nombre. No te puedo prometer nada, pero las probabilidades de que te reconozca son altas... Ah y cuidado con la caída.-
