Unos meses después de la batalla en la tierra contra el titán loco, todos parecen seguir con sus vidas con normalidad. Todos excepto Mcguire, quien no seguía adelante, sus pensamientos continuaban recordandole su amor por Steve Rogers.
Sin embargo...
Maneater, make you work hard Make you spend hard, make you want all of her love She's a maneater, make you buy cars Make you cut cards, make you fall real hard in love
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"¿Porqué?" fue lo único que Bucky le contestó el día anterior a su mensaje, tenía sentido. Ella lo había ignorado y ahora el querría recuperar algo de su dignidad, o tal vez solo estaba dudoso de su repentino acercamiento.
Mcguire no quería levantarse de la cama, su madre le había llamado desde temprano. Quería saber como estaba, ella sabía como era su hija y mas los temas que tuvieran que ver directa o indirectamente con Steve Rogers.
La calmó un poco, "No pierdas los estribos, no estas en posición de hacerlo, Recuerdalo por favor". Dijo su madre antes de colgar.
Sam le había llenado el buzón de mensajes, su amigo sentía la necesidad de disculparse con ella. La pelinegra solo le mandó un mensaje diciendole que no era su culpa y que él había tomado una buena decisión.
El timbre de su casa la obligó a levantarse. El sistema de seguridad le avisó de un visitante del gobierno no identificado. "Tony tus porquerías no sirven" Dijo maldiciendo a su amigo, que había insistido hace unos años en hacer su casa más tecnológica.
Recogió su cabello rebelde en una coleta, buscó lo primero que encontró de ropa decente y fue hacia su puerta.
Al abrirla, un joven rubio, alto, con uniforme de soldado la saludó. Detrás suyo estaba una camioneta militar con otros soldados armados.
-Wow, no esperaba que fuera tan hermosa.- Dijo el desconocido
-¿Y a ti te llaman?- Expresó disgustada
-Oh si, lo siento. Mi nombre es John Walker, tal vez me conozca como el nuevo Capitán América.-
Mcguire no se controló, en un movimiento ágil estampó el cuerpo del soldado contra la puerta, su antebrazo apretaba su cuello, ahorcándolo.
-Vuelve a decir esas palabras y sabrás lo que se siente que te vuelen el cerebro.- amenazó Mcguire.
-Es cierto lo que dicen de ti Anya, de verdad eres peligrosa.- Sonrió John. Ella, estampó su frente contra su nariz, su rodilla en un movimiento ágil fue a golpear su entrepierna.
-Nadie me dice así, no tienes derecho idiota.- jaló el cuello de su camisa hasta levantarlo a unos centímetros alejado del suelo.- ¿Crees que eres su reemplazo? ¿Crees que eres el nuevo capitán? Steve nunca habría bajado su guardia y menos con alguien tan peligrosa como yo.- sonrió con satisfacción al ver su nariz sangrando.
Otra voz detrás de ella la obligó a girar, los cuatro militares de la camioneta ahora estaban ahí apuntándole con sus armas.
-¡Señorita! Le ordeno que baje al capitán Walker y ponga las manos en alto donde pueda verlas.- Dijo uno de los soldados. Antes de soltarlo al piso, lo acercó a su cuerpo y susurró a su oido.
