Pero no la entiende ni la va a entender, porque no pienso explicársela. Sí que le he dicho que pienso que ese golpe en la cabeza no fue una caída desafortunada, pero también le he asegurado que no quiero pensar mucho sobre ello, sino dejar que Kate descanse en paz.

Giro mi rostro hacia atrás, donde Troy observa alejado tras unos árboles. El asentimiento de cabeza que da en ese momento me da la fuerza necesaria para responder a Polly.

Kat: debo ser yo.

Polly: ¿segura? Es una gran responsabilidad.

Kat: sí, pero es MI responsabilidad. Pásaselo a Troy, él me lo dará a mí.

***

―¿Segura que prefieres volver en el coche de Troy?

―Sí, Leo. Él conocía toda esa parte de mi vida, y ya que ha vuelto al país para esto me apetece estar un rato con él. Mañana por la mañana volará de vuelta con Florence, tengo que aprovechar el poquito tiempo que estará aquí.

―De acuerdo. Llama a Josh si necesitas cualquier cosa.

―Nos pasaremos el viaje criticándote. Hablando, al fin, sin ti de por medio. Pura paz ―aporta Josh.

―Os quiero ―digo abrazándolos.

―¿Segura que estarás bien? ―pregunta mi amor.

―Segura, bombón. No te preocupes por mí ―con un beso de despedida, me alejo y se meten en el coche.

―Bueno, ¿preparada? ―pregunta Troy una vez que el coche de Leo se pierde de vista.

―Sí.

―Me ha agradado ver a Sofía, aunque sólo pudiera quedarse unos minutos ―comenta una vez estamos en carretera.

Alquilamos un par de coches en el aeropuerto. Uno para Leo, Josh y para mí, y otro para Troy. Todos volamos hoy de nuevo a Los Ángeles, incluido Troy, pero nosotros dos tardaremos un poco más en llegar al aeropuerto.

―A mí también ―respondo―, siempre es agradable ver rostros amigos.

Un mensaje llega a mi teléfono:

Polly: espera dos minutos y pulsa el botón. Estamos todos contigo, preciosa.

―¿Ya es la hora? ―pregunta Troy.

―Ya es la hora ―asiento a la vez que cojo el control remoto.

―No tienes que hacerlo si no quieres ―alega mirándome.

―Se lo merece. No pienso dejar que vuelva a hacerle lo mismo a otra persona.

Tras desviarnos en la salida correspondiente, esperamos a que la cuenta de dos minutos termine. Se supone que desde aquí será visible, y Sky acaba de confirmarme que Solomon está en el coche, conduciendo lejos de cualquier persona que pudiera verse afectada.

―Diez segundos ―digo, no sé si para mí o para él.

En cuanto acaba la cuenta atrás, miro a Troy. Él me sonríe, y, devolviéndole la sonrisa, aprieto el botón rojo.

Una explosión se oye a lo lejos, acompañada de mucho humo que seguro puede verse desde muchas partes.

―Hora de largarnos ―anuncia Troy mientras arranca en dirección contraria a la de la explosión.

Cuando estamos a tan solo unos metros del aeropuerto, mi jefa me da la noticia:

Polly: confirmado, Solomon está muerto. Un hijo de puta menos, Olivia.

Kat: gracias, jefa. Por todo, en realidad. Y, por favor, a partir de ahora llámame Kat.

∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞

Han sido unos meses maravillosos compartiendo esta historia con vosotrxs, pero ya han llegado a su final.

Si tenéis cualquier duda acerca de la historia, no dudéis en preguntarme, bien por aquí o por privado, siempre estaré encantada de responder.

Gracias eternas por adentraros en la vida de Kat, de verdad. Y disculpadme si la lectura no ha sido de vuestro agrado en algún momento, es la primera vez que hago esto y siempre pienso que está todo fatal escrito.

Os seguiré leyendo en vuestras historias, y espero veros también por mi siguiente proyecto: Mírame A Los Ojos. Es una historia que creo que os va a gustar y que comenzaré a subir esta próxima semana.

Que tengáis un feliz día. ¡Un abrazo!

- Trix Mikaelson

La chica nuevaWhere stories live. Discover now