CAPITULO 3: ENEMIGOS POR DOQUIER

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— No puedo creer que hayas hecho esto, especialmente tu Demian... ¿Qué paso con el no llamar la atención? — exigió saber Benny, sin dejar de masticar la deliciosa comida que se había servido del Buffet del centro.

— Ya deja de regañarme, ya dije que lo siento... el tipo me tiro al suelo, ¿Qué mas querías que hiciera? — Exigió el chico, que también masticaba su comida, como si no hubiera mañana.

— Nada, eso me habría gustado... que no te pusieras en plan HULK, dando de gritos, ¿es que no te sabes comportar Demian? ¿Acaso no fui un buen padre para ti?— decía con ironía, haciendo su mejor imitación del padre Kieran, el sacerdote a cargo del orfanato en el que vivieron casi toda su vida. Y Demian se empezó a reír, porque realmente su amigo lo interpretaba muy bien.

Los hicos siguieron comiendo, mirando consternados como las parejas del pueblo danzaban en aquella improvisada pista de baila, ahí estaban Hunter y Lenny también, riendo por la gran amistad que compartían. Y entonces, los vieron, a la bruja de la alcaldesa acompañada por aquel tipo raro.

— Oh oh, hay viene ese idiota. — murmuro Demian

— Si, yo creo que deberíamos irnos ya. — dijo Benny

— No, no nos vamos a ir todavía... No le tengo miedo a ese idiota. Aun que tenga como 40, no le tengo miedo. — dijo Demian, haciéndose el muy macho, por lo que Benny negó con la cabeza, ese chico le iba a sacar canas verdes.

Por el contrario, Ángel había encontrado reconfortante la compañía de la alcaldesa, era una mujer muy refinada y propia, quizá como aquellas chicas del siglo XIX, solo que con un cerebro propio lleno de ideas.

— ¿Y que le parece todo? Puse a mi mejor gente en organizar este baile. — comento ella, y Ángel, con lo observador que era para los detalles, tuvo que sentir.

— Me parece, de muy buen gusto... en especial, esas flores... son tan rojas, que... parecen bañadas en sangre. — comento Ángel, sintiéndose repentinamente incomodo por lo que estaba diciendo, pero era verdad, esas flores eran únicas, tan hermosas como ninguna otra que hubiera visto antes.

— Lo se, mi florista es especial... ahora, ¿puede disculparme un momento? Debo dar un discurso. — dijo ella, Ángel únicamente asintió, así que ella se puso en marcha hacia las escaleras, y subió elegantemente hasta el descanso de las majestuosas escaleras de la mansión.

— Atención, todos. — pidió, y los músicos detuvieron la música, y toda la gente dejo de bailar para mirarla. — Quiero darle las gracias a todos por estar aquí esta noche, y me permito recordarles que la compra de bienes empezara a las doce de la noche, todos están invitados a participar... recuerden que todo el dinero que se recaude esta noche, será para los mas necesitados. — decía

— Aja, si como no... ella se queda con todo ese dinero. — comento Benny para Demian, aun que Ángel, a lo lejos, pudo interceptar sus palabras, y permaneció escuchando, intrigado.

— Shsh, te van a escuchar. — le dijo Demian

— No me interesa, todos estos pomposos hijos de perra deberían de saber quien es realmente esa bruja... por su culpa tuvimos una vida de porquería en el orfanato, Demian — le dijo Hunter

— Si, pero a nadie le importa realmente Benny — le reprocho el chico, y su amigo se giro para verlo, muy molesto.

— ¿Realmente te das cuenta de lo que dices? — exigió saber.

— Oh, eres insoportable. — murmuro Demian indignado y se alejo, Benny lo fulmino con la mirada, dispuesto a seguirlo, pero no lo hizo, pues el chico se acababa de meter al baño.

ANGEL & DEMIAN: EL NIÑO DE LA PROFECIAWhere stories live. Discover now