Papeles Invertidos

Recuerdos.

Sakura en estos momentos se encuentra en el baño. Se puede decir que ella tenia como misión secundaria estar a cargo de vigilar a Suki. Hace un leve gesto de cansancio, la verdad su dia fue algo tranquilo pero incomodo.

-(Supongo que hubieras querido hacerla sentir en casa de nuevo... Naruto.)-

Sakura estaba debajo de la regadera. El agua cálida caía por su cuerpo, recorriendo sus curvas libremente, enjuagandola del jabón que se puso para lavarse. Las manos de la Haruno avanzan con confianza para acariciar su abdomen y luego sus muslos, realmente la ducha la estaba disfrutando, era una de las pocas cosas que podía hacer para relajarse.

Como era de esperarse, sus senos eran mas pequeños que los de la mayoria de las chicas de su generación. Al principio tuvo complejo debido a eso, sin embargo tras platicar con Tsunade y otras mujeres, aprendió a amarse a si misma. Ya llevaba un buen rato en la ducha, de hecho ya quería salir pero no lo había echo por una razon, Suki estaba en la habitación.

-Deberia vengarme, ella me hace pasar malos ratos...-

Sakura se lleva un dedo al mentón para pensar un poco, en eso sonríe con travesura al ocurrirsele algo, ligeramente lamiendo la punta de su dedo indice. Fue así que se pone una toalla alrededor del cuerpo, dejando una generosa vista de sus muslos, el baño conectaba con el cuarto asi que no había problema.

Suki estaba sentada en la cama. Tiene sus ojos cerrados, de hecho Suki divagaba por sus pensamientos, ella era una mujer que decidió abrazar el odio como único pilar para su vida. Aun así no significaba que no sentía.

Debido a su orgullo, Suki no diría abiertamente que se preocupaba por el unico amigo que la entendía. Es que, ella se prometió no pensarlo, al final el rubio puede hacer con su vida lo que quiera, sin embargo no podía, cada cierto tiempo el rubio llegaba a su cabeza.

Sakura mira a Suki por la espalda. Su sonrisa solo se acentúa aun más cuando nota que la Uchiha estaba distraída. -Y...- Suki abre lentamente los ojos al escuchar a Sakura.

-¡Las tengo!- Demasiado tarde, Sakura la abraza por la espalda dejando caer la toalla en la cama, ambas manos las lleva a los generosos senos de la azabache y sin desaprovechar, aprieta ambos haciendo que Suki se sobresalte. -¡Sakura! ¡¡Quitate!!- Suki se sorprendió.

¡Fue su error! Bajó la guardia un momento y Sakura se aprovechó de eso. Ella intenta soltarse pero fue imposible, debido a su postura le fue dificil, ademas Sakura estaba usando su excesiva fuerza para mantenerla. -¡No! Me jodiste mi dia, ahora es mi venganza.- Reclama la Haruno.

Suki podría librarse de Sakura si usaba algo de poder, sin embargo eso implicaba que el cuarto quedaria destrozado, gruñe al darse cuenta que no puede hacer nada, no quiere problemas. -¡¡Hyaaa!!-

Se vio tentada a morderse la lengua cuando soltó ese gemido. -¡Sakura sueltame! Ahh~ N...no toques ¡Maldita sea!- La Haruno se estaba riendo con maldad cuando mete las manos debajo del brasier de Suki, así logró sacar sus senos de la prenda para amasarlos, podía ver sobre el hombro de Suki como sus dedos se hunden en la suave carne de ese par de tetas.

-Increible... son enormes y suaves... ¿Como carajo son tan firmes?- Sakura ignoraba las quejas y maldiciones de Suki, solo se concentraba en apretar y jugar los pechos de la Uchiha con evidente impresión. -¡Sakura! Te juro... mmm~ que te voy a matar...-

Suki estaba sonrojada, estaba avergonzada porque Sakura no paraba de pellizcarle los pezones, esto lleva a que se pongan duros, ¡Se sentía bien! Maldice mientras cierra los ojos.