07 | Do we have to come save your life?

Începe de la început
                                    

   Ambos hermanos voltean rápidamente al reconocer la voz del recién llegado.

— Yo le hago algo similar a mí prometida y termino colgando de un árbol.

—¡Oliver!—Edward brinca del balcón y sonríe de oreja a oreja, antes de abrazar a su hermano menor riendo con fuerza.

   Tan feliz como los Cullen no lo habían visto en décadas.

—¿Tenemos que venir personalmente a salvarte la vida, Romani?—su hermano lo abraza con fuerza mientras Alyssa aparece frente a ellos sonriendo a su mellizo.

— No me dijiste que vendrías—abraza a su hermano, sintiendo un corto beso en la frente.

—Fue de imprevisto, Klaus me recomendo venir y aquí estoy.

—¿Terminaron de organizar la boda?

—No, mi prometida quiso hacer una pausa, fue quien me convenció de venir a verlos.

   Edward sonríe al ver al resto de los Cullen reunirse con ellos.

— Que gusto verte, Oliver—el líder baja hacia el menor.

—Carlisle—estrecha su mano con la suya—Gracias por mantener a mi hermano con vida—recibe un asentimiento—Y bien...—junta sus manos mirando a discretamente a todos lados—¿Dónde está esa famosa humana?

—En casa, castigada por dejar a su padre por dos días y avisar con una nota en la entrada.

[...]

—¿Y por esa razón la abandonaste, en medio del bosque?—su hermano menor frunce el ceño confundido, con un gesto de desaprobación, con los brazos cruzados mirando a su hermana.

   Estaba sentado en la sala del jardín escuchando la historia de amor de su hermano con aquella humana, intentando comprender el porque de sus acciones.

— Entre en pánico, ella resultó herida por mi culpa, yo fui el causante de todo.

— Eres más exagerado que nosotros dos juntos—su hermana asiente repetidas veces.

— Chicos... Ella es demasiado para mí.

— ¿Ya te has disculpado con ella? Y no me refierdo a una excusa por haberla dejado abandonada, me refiero a hacer méritos por recuperarla, llevarle flores, hacer algo que le guste no sé—se apoya en la mesa.

— Esa mujer dejo a su padre por ti, lo dejo todo, Edward. Llevo aquí una semana y me dí cuenta que siempre hace todo por tí ¿Y simplemente la dejas como un juguete viejo? Pude ver en su mente lo mucho que sufrió y ni siquiera le diste un discurso de arrepentimiento.

—¡No sé cómo hacerlo!—suspira viendo a sus hermana poner los ojos en blanco y Oliver hacer una mueca de desagrado—Amo a Bella más que a nada en el mundo, después de ustedes es la persona más importante en mi vida.

—Desmuestralo, ella lo merece Edward. Y no lo digo porque me agrada, realmente me estresa—su mellizo rie divertido al ver su expresión— pero tú no eres un cobarde que simplemente desaparece.

— Vamos Edward eres un caballero, jamás se le hace eso a una mujer, creí que mamá te había enseñado modales.

—Nuestra madre estaría furiosa contigo

—¿Puedes imaginar la cara que podría si se entera?—dice mirando a su hermana—Dios te daría el peor regaño de la vida.

—¡Imagina las palabras de la abuela!—su mellizo suelta una sonora carcajada tras hacer un gesto de pánico.

—Me alegra se diviertan con mi vida— toma asiento frente a ellos, derrotado al escucharlos.

—Vamos Edward, parecemos tus hermanos mayores, se supone que tú debes poner el ejemplo.

—Edward yo hice algo similar, no cometas el mismo error o ese lobo te la va a quitar.

—¿Jacob estuvo con ella?

—¿Lo culpas? Tuvo la oportunidad de estar con ella, claramente la aprovecho, no es idiota como tú.

—Esperen, ¿Hay metamorfos aquí?

—Oh si, es una manada completa, y su pelaje es hermoso, pero huelen horrible.

—Necesitamos ver eso Aly, en Rumania solamente hay osos.

—Solo...—hace un movimiento con las manos llamando la atención de sus hermanos terminando con su plática—Intenten hablar con Bella, por favor, ella...—voltea a la mesa con la mirada perdida esbozando una pequeña sonrisa—Desde tu partida una parte de mi se fue contigo—observa a su hermana—ni siquiera sé que era o porque, pero soy consciente que no volví a ser el mismo desde ese momento en que se fueron a Volterra, fue horrible perderlos a ambos. Y no los culpó, son mis hermanos y deseo que sean felices y cumplan sus sueños, pero yo me quedé aquí, y no volví a sentirme vivo, no volví a sentirme felíz, hasta que la conocí.

   Su hermano movía las manos con nerviosismo y jugaba con ellas, pudo ver ese brillo en sus ojos cuando hablaba de su compañera, no necesitaba leer sus pensamientos para saber que decía la verdad, para comprender sus sentimientos hacia la castaña.
   Por varios minutos escucho a Edward hablar acerca de Bella y la historia que tenían, sin embargo solo pudo voltear a su costado y observar a Emmett de brazos cruzados mirarla fijamente con una débil sonrisa.

   Y en ese momento comprendió que de cierto modo ella y Edward hicieron lo mismo con sus parejas.

—Ustedes sufran, yo estoy por casarme con la mujer de mi vida.

[...]

   El mellizo cuelga su teléfono antes de guardarlo en su saco, baja las escaleras trotando y al levantar la mirada pudo ver el rostro de su cuñado llenarse de asombro y confusión al verlo justo frente a él.

   Emmett había ido de cacería con Alice cuando el llegó a la residencia.

—Vaya, que sorpresa Cullen, pense que no te vería de nuevo—estrecha la mano con Emmett dando una corta sonrisa.

—Lo mismo digo, Oliver, que gusto tenerlos aquí.

— Es un honor ¿Cuando te veremos por allá, Cullen?

— Sabes muy bien lo que pienso de ese lugar, no es para mí.

— Deberías reconsiderar la idea mudarte con nosotros o resignarte a firmar el divorcio—da un asentimiento a forma de saludo sin detener su paso hacia la salida.

—¿Qué?—corre hasta colocarse a su lado, toma su brazo impidiendo que siga avanzando.

  Necesitaba una explicación de sus palabras.

—¿De que estás hablando?

   El principe da media vuelta analizando el rostro del vampiro, observando su rostro deformarse al escuchar sus últimas palabras.

— Pareciera que no conoces a mi hermana, tu esposa—hace un pequeño enfasis mientras su sonrisa desaparece—¿Creiste que Alyssa Romani te esperaría más de cinco décadas? Por favor amigo, no eres el único hombre loco por ella.

—Seguimos casados.

— No por mucho tiempo, no con Klaus siendo tu competencia, considera mis palabras, y ten un buen día, Emmett—da un asentimiento y sale de la casa observando a sus hermanos llegar de cacería platicando entretenidos.

   Observa a la pelinegra antes de girar y entrar a la casa nuevamente con la sangre hirviendo por todo el cuerpo, preguntándose acerca de quién era ese hombre y porque tenía que competir con el.

Alyssa Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum