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_________UN AÑO DESPUÉS
París, Francia
EL VAMPIRO ajusta su corbata una vez más con torpeza sintiendo sus manos temblar constantemente, estaba sumamente nervioso por estar ahí, y a la vez con una pizca de emoción y felicidad por estar de nuevo en ese lugar.
Cierra los ojos un momento intentando conservar la calmar y relajar su cuerpo, sin embargo, el sonido de las grandes puertas de madera abrirse en par se hizo presente generando un silencio total en todos los invitados. Voltea rápidamente dirigiendo su mirada a ella, observando con ternura a la inmortal caminar por el extenso pasillo con la mirada en alto y una expresión neutra, intentando ocultar la mezcla de emociones que experimentaba en ese momento al acercarse a recibir lo que tanto anheló, dejando a la vista su reluciente vestido naranja con detalles bordados color dorado en los hombros y la falda.
Alyssa Romani caminaba con tanta seguridad y determinación que lo dejo con la boca abierta.
El chico mantuvo su sonrisa hasta que la vió detenerse frente a los pequeños escalones que la separaban a lo que se convertiría, con su vista fija en el hombre que se acercaba a ella con sus manos unidas y una gran sonrisa, acompañado de una joven adolescente con cabello castaño que sujetaba entre sus manos el cojín rojo dónde se encontraba su reluciente corona.
Emmett sonríe orgulloso al ver a Alyssa bajar su cabeza recibiendo su corona, convirtiéndose en la nueva Reina de Francia. En ese momento se desconecto de todo, no presto atención a las palabras de los demás, no le importaba que el salón se encuentre lleno de personas con grandes sonrisa en el rostro, las palabras que murmuraba entre ellos, no le importaba nada más en ese momento, toda su atención estaba concentrada en la chica de ojos dorados que se levantaba con una sonrisa de orgullo.
—Bienvenida a casa, Reina Alyssa—hace una reverencia ofreciendo su mano para que suba junto a el.
La ahora Reina, acepta su mano gustosa subiendo lentamente las pequeñas gradas, fijando su vista en su trono, Alice se había encargado de colocar algunos detalles discretos en su asiento, asegurándose que solo sean visibles para ella.
Gira nuevamente al frente hacia a todos los presentes, viendo su mirada de orgullo, sonrisas de alegría y como cada uno se inclinaba ante ella en símbolo de respeto y admiración.
—Larga vida a la reina.
—¡Larga vida a la Reina!—gritaron todos aplaudiendo de alegría.
—Larga vida a la Reina Alyssa—susurra Emmett aplaudiendo con una sonrisa, estaba feliz de verla ahí, percibía esa felicidad y ese brillo especial que la caracterizaba.
Porque Alyssa Romani lucho hasta el final por sus sueños.
