Solo Intento Olvidarme De Ti

¿Él es mi hijo? / Endymion Chiba Tsukino

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•Darien•

-Darien te necesito...

La voz de Jadeite era muy preocupante. Me pase las manos por el cabello dejando aún lado los papeles.

-¿Que sucede? -Respondi-. ¿Tienes problemas con tu traje de novio?

Lo oí suspirar preocupado.

-No, no es eso...

Su voz no me dejaba mucho que pensar, era como si algo le estuviera pasando.

-¿Que te ocurre Jadeite?

-Hice algo malo... Muy malo a decir verdad..

Frunci el ceño, por su tono de voz en verdad hizo algo preocupante y mal.

-Ven a mi casa, necesito tu consejo amigo...

Deja aun lado los pendientes en la empresa, si algo le ocurría a Jadeite sin duda necesitaba de mi ayuda. Se casará en 3 Semanas lo cual lo está volviendo completamente loco, no deja de mencionar cada día lo emocionado y feliz que está por formar un matrimonio con Mina. Lo cual me alegro mucho por él, merece un amor, el amor digno de Mina. Mientras conducía no dejo de pensar, creí que yo sería el primero en casarme formar una familia con Serena. Había creado mi futuro hace mucho tiempo e imaginarme a Serena en mi vida me hacía felíz. En Nueva York lucía espectacularmente hermosa, Serena siempre a Sido hermosa pero durante estos dos años se había superado a si misma y en eso estaba muy orgulloso. Ella había logrado seguir adelante después de todo el daño que le cause y eso me cautivo. Me había vuelto a enamorar cuando la ví, cuando sus labios volvieron a posarse en los míos, cuando su cuerpo estaba pegado al mío aquella noche, cuando su mirada llena de alegría y emoción solo me miraba a mí. Jamás me había olvidó de Serena siempre fue ella y siempre será ella, no hay ninguna otra mujer que llegue a imaginar una vida, Tenía muchas cosas pensadas que hacer en esa semana, quería disculparme de una manera más romántica, que me perdonará y volver a estar juntos pero sabía exactamente que eso sería un completo desafío, conozco a la perfección a Serena y para que ella me perdonará era muy difícil. En Nueva York habían sucedido muchas cosas, cosas que no logré a imaginarme, los deseos que tenía hacia ella me estaban volviendo loco. Quería tocar cada centímetro de su cuerpo y volver a sentirme lleno de vida pero no fue posible, al menos había recibido una pequeña recompensa la última noche en Nueva York, sentir a Serena a mi lado tan cerca de mi cuerpo eso sí fue lo que más Anhelaba.

-Señor Darien, nos alegra volver a verlo, en un segundo el Joven Jadeite bajara para hablar con usted

Sonreí como forma de Agradecimiento.

-Gracias.

De pie en este hogar me causo un aceleró en mi corazón y el aroma dulce de una fragancia familiar se metía en mis fosas nasales.

-Darien -Llamo Kenji-. Me alegra verte muchacho

Nos abrazamos con una leve palma en el hombro.

-Que tal ¿Todo en orden con Jadeite? Me llamo muy angustiado

Kenji frunció los labios colocando sus manos en sus bolsillos.

-Veras hijo -Camino hacia su despacho y lo seguí-. Serena y Minako llegaron ayer por la noche ...

-¿Serena está aquí? -Interrumpí

Asintió y mi corazón más se acelero, ahora entiendo por qué esa fragancia tan familiar, si Serena está aquí podré hablar con ella. Sonreí, ella está aquí.

-Tengo entendido que están aquí para los preparativos de la boda -Asentí, ambos entramos al despacho tomando asiento-. Darien dime una cosa ¿Hay alguna razón para que Jadeite estuviera actuando de una manera uhmm agresiva?