¡A Eren no, Levi! || Riren/Ereri

❰19:No sabes nada de mí❱

*ೃ:.✧✲ﾟ*｡⋆──⋆✩ Que comience la magia ¡!✩⋆──*ೃ:.✧✲ﾟ*｡⋆

Renuncia: Ninguno de los personajes me pertenece, yo solo hago la trama.

*ೃ:.✧✲ﾟ*｡⋆──⋆✩ Y que esta nunca se acabe ¡!✩⋆──*ೃ:.✧✲ﾟ*｡⋆

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|"Somos extraños conocidos."|

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◦❀─────Joernay─────❀◦

⇾ No sabes nada de mí⇽

Hay muchas cosas de las cuales Eren se avergüenza. 

La vez que confundió perejil con cilantro, la ocasión donde casi olvida el cumpleaños de Jean o cuando su madre hace un comentario de que antes cuando era muy pequeño le gustaba Levi Ackerman y que eso le parecía muy lindo.

Si, diablos, aceptaba que odiaba su infancia por aquel tonto flechazo. 

Pero, besar a Farlan no es algo que agite su corazón o le produzca mariposas en el estómago. Fue solo un beso simple y sin sentimientos, no hay drama y mucho menos vergüenza. 

Acelera el paso al ver que ya está cerca del estadio, todavía quedaba tiempo de sobra así que aprovecharía para saludar a su hermano y su equipo.

 Aún no había mucha gente, unos pocos buses aparcados y algunos jugadores conversando amenamente. 

Si alguien se le quedo viendo por el uniforme militar que portaba poco le importaba, después de todo solo estaba ahí por una persona. Se acercó a la entrada del estadio, buscando con la mirada donde podría estar el equipo de su hermano.

—Ereeeeeeeeeen~—el chillido parecido a un animal le da una idea de donde podría estar su hermano mayor. Alza su mano en reconocimiento mientras da pasos tranquilos a las gradas donde se hallaba el equipo de Zeke.

Obviamente el rubio no se esperó y corrió para abrazarlo, atrás de él venía Levi con una expresión de ligera confusión. No esperaba si quiera que Eren se asomara al evento deportivo.

—Quita, me aplastas. 

—Pero si no peso demasiado.

—Pesas una tonelada, Zeke. 

Tuvo que utilizar su fuerza con cuidado para no lastimar a su hermano mayor, tiene muchos recuerdos de Zeke chiquito llorando a cantaros por lastimarse la rodilla y también recuerda sus berridos por algún dolor de articulación. 

—Es una sorpresa verte aquí, Eren.—Levi mostró una imagen serena, ignorando aquellos pensamientos que le decían que había sido muy tonto y muy egocéntrico por creer que Eren seguía siendo un niño. Ese niño que pensó que estaba enamorado de él.

—Vine a ver como perdían.—miente, porque su orgullo debe mantenerse intacto. 

—¡Vamos a ganar!—afirmó con una confianza y pasión fuera de serie, era de las pocas veces que Levi lo había visto tan motivado.