Meliodas y Elizabeth

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La atracción y química entre ambos era muy notoria.

Los miraba a lo lejos

Sabía que Elizabeth estaba emocionada con la compañía del rubio, sé que Meliodas tiene una prometida y el que esté ahí con Elizabeth me hacía suponer que el estaba jugando con fuego.

En cuanto lograron separarse por unos instantes camine hasta el.

-¿A qué juegas?-

Le pregunté con tono autoritario

-¿A qué te refieres Merlín?-

Me preguntó confundido.

-¿Te gusta Elizabeth? ¿Es por eso que no completaste la misión?-

El no me contestó

Miró hacia la chica de ojos celestes quien platicaba con algunos de sus invitados

Luego me miró de nuevo.

-No, lo sé.-

Contestó a secas.

Yo intuía las cosas. Conocía bien a Meliodas y a Elizabeth.

Tomé un sorbo de mi bebida y sin dejar de mirarlo le di un consejo.

-No juegues con fuego. Solo tiene un día que viste a Elizabeth, no puedes decir que si te gusta. Además. ¿Que crees que diga Liz cuando sepa esto? Estás comprometido con ella.-

No me volvió a decir nada.

Su mirada estaba fija al piso.

Elizabeth comenzó a caminar de nuevo hacia nosotros.

Me acerque a ella, y la lleve hacia otro lado del jardín.

No quería que se acerque más a Meliodas

La tarde caía. Todos comenzaron a irse, incluyendome.

Meliodas y Elizabeth compartieron sus números de teléfono. Pude verlo mientras camiaba hacia la salida.

Escanor y Arthur se habían infiltrado en la casa y habían agarrado lo que fuimos a buscar, sin que Meliodas se diera cuenta.







Los días pasaban y podía ver cómo Meliodas se acercaba más y más a Elizabeth, entre ellos dos se estaban dando las cosas que temia.

Ambos se gustaban

No iba a terminar nada bien

Sobretodo porque Elizabeth era una chica bien, de casa. Una princesita.

Meliodas era todo lo contrario, y encima un ladrón.

El estaba destinado a hacer el trabajo sucio de su padre.

Llegó sábado en la noche, estaba sentada en la barra tomando una copa de vino, cuando ví a Meliodas salir del cuarto, veía su teléfono celular y sonreía entusiasmado.

Todos ahí habían notado el gran cambio en el.

Suspire de cansancio.

Dejé mi copa y me acerque a el.

-Tenemos que hablar-


El solo asintió con la cabeza y guardo su teléfono móvil en el bolsillo de su pantalón.


-¿Que sucede?-

Me preguntó serio

No sabía cómo decirle bien las cosas sin que parezca un regaño o una orden

Mientras pensaba que decirle el padre de Meliodas entro



-¡Tenemos que acabar con Baltra Liones!-

Estaba furioso, se podía notar en su tono de voz

Todos quedaron callados y asustados ante las palabras de nuestro líder, pero quién estaba más asustado era Meliodas.

Mientras el nos explicaba que quería que hiciéramos Meliodas solo estaba inmóvil, congelado.

Yo solo lo veía por momentos, no sabía que decirle o que hacer

Cuando el padre de él se fue.

Meliodas tomó su chamarra, las llaves de su Ducati y salió de aquel lugar.


Quise dejarlo ir.

Quizá sea la última vez que podía ver a Elizabeth.

~ Ladrón de noche ~Where stories live. Discover now