~ Ladrón de noche ~

Fallaste...

Corrí lo más rápido que pude lejos de aquella casa, como si el correr me fuera ayudar a olvidar el rostro de aquella chica.

Llegue al punto de reunión de mi grupo.

Todos me dieron la bienvenida.

Mi mejor amigo Ban Bandet hablaba por teléfono con su novia, me vio llegar y me saludo de puño como acostumbrabamos.

Harlequin estaba jugando billar con Escanor.

Zeldris y Derieri estaban sentados en la barra platicando mientras melascula les servía unos tarros de cerveza.

Y en la punta alejada de todo el bullicio estaba Merlin, quien tenía en la mano una copa de vino.

Me acerque a ella y me sente a su lado

Ella me miró en silencio

-¿Fallaste verdad?-

No le contesté, era obvio.

Ella siempre sabía todo.

Siempre estaba al mando de la banda, era la mano derecha de mi padre se podría decir que era la líder.

Ella tenía una apariencia algo ruda, su rostro era lindo, ojos cafés claros, cabello lacio que usaba siempre corto. Un lunar cerca de sus labios. Y vestía siempre algo provocativa.

Asentí con la cabeza mirándola fijamente con cierto temor y ella suspiró.

Se puso de pie frente a mi y hablo algo enojada.

-Sabia que no podrías con esa misión, mandaré a Melascula y a Derieri ahora mismo.-

Comenzó a caminar hacia ellas y yo me interpuse en su camino.

Ella se sorprendió y se enojó aún más

-Busca otro lugar esa casa no por favor.-

Contesté firme y seguro.

Todos miraron estupefactos aquella escena, yo revelándome ante ella, yo quien era el hijo mayor del jefe de todos, quien se suponía que sería el líder y mi padre había elegido a Merlín.

Pero era valiente, fuerte y nunca fallaba, pero está vez incluso Merlín antes de irme me lo dijo

Ella me empujó y yo me hice un lado

Se dirigió a su cuarto sin decir nada más mientras sus eternos enamorados la siguieron.

Me senté en la barra de nuevo sorprendido de mi mismo y al segundo Zeldris se acercó a mi.

-¿Que paso hermano? ¿Porque te revelaste contra Merlín?-

Preguntó muy sorprendido mi hermano menor.

- Hay más casas ¿Porque exactamente esa?-

Contesté de inmediato sin mencionar el que me había gustado aquella chica de ojos celestes

-Hermano sabes que solo obedecemos órdenes, no cuestionamos. Espero que esto no te cause problemas con papá.-

No le contesté odiaba está maldita doble vida.

De día era un simple joven que trabajaba, y tenía una vida tranquila pero de noche papá me obligaba a trabajar con ese tonto grupo que lideraba.

Solo quería vivir mi vida como un típico adolescente y ya.

¿Porque tenía que hacer esto?

Me quedé ahí en medio del consuelo de mis amigos.

La mayoría pensaban como yo, y esa difícil doble vida que teníamos

Ser ladrones de noche.