29.

352 32 10
                                    


V

Camino con Evey cogida de la mano. Su rostro se torna radiante y todo es porque me he dignado a acompañarla. La verdad es que esto para mí es nuevo y en parte me siento emocionado ya que hacía tanto tiempo que no salía a pasear con una mujer cogiéndome de la mano pero me siento muy bien y aliviado de que nadie me pueda reconocer. Para despistar, Evey ha decidido no pronunciar mi nombre para no levantar sospechas de curiosos así que en parte ha sido una buena estrategia.

- ¿Te apetece tomar algo? - le digo mientras le señalo una cafetería de aspecto rústico situada en una plazuela en el centro de la ciudad.

Ella asiente y entramos. Al entrar me sorprende el olor que emana, como una mezcla de pino, rosas y café amargo.

Evey parece también darse cuenta del olor y sonríe.

Mientras nos sentamos en una pequeña mesa una joven camarera de no más de 19 años se acerca dispuesta a preguntarnos que tomar. Opto por tomar un té y Evey se decanta por una infusión de frutos rojos. Decido quitarme las gafas y posarlas en la mesa. Mi amada me observa con intensidad y sonríe. Yo le devuelvo la sonrisa. 

Una vez que nos entregan las bebidas, un pequeño niño surge de entre la multitud y se acerca a nuestra mesa. No tendrá más de 3 años. Evey lo mira con curiosidad. Es muy pequeño y de pronto la situación me desarma porque no sé como reaccionar. Intento mirar a los alrededores y de pronto se acerca una mujer con rapidez.

- Lo siento mucho. ¡Este hijo mío es muy inquieto! Siento si les ha molestado - comenta la mujer mientras sostiene a su pequeño.

El niño sin embargo extiende sus manos y me toca la chaqueta con una sonrisa bobalicona. Me siento incómodo por lo que la mujer rápidamente se aleja con él. Me fijo en la expresión de Evey y me doy cuenta de que se queda mirando al niño como ensimismada. 

Le doy un sorbo a mi infusión y no digo nada hasta al cabo de un rato.

- Está bien este lugar. Podríamos venir con más frecuencia si lo deseas - le digo intentando dejar el tema atrás.

Evey sonríe y posa una mano en la mía. La observo.

- Parece que a ese niño le has gustado... ¿Has visto como te miraba? - me dice con suavidad.

- La verdad que me ha sorprendido su reacción, no te lo discuto, querida - le respondo.

- Igual no se te dan tan mal los niños... - me dice a continuación mientras sonríe levemente.

Poco tiempo después y una vez que pagamos paseamos por la plazuela. Hace bastante fresco, ya que corre bastante viento.

- Será mejor que volvamos, está comenzando a refrescar y no llevas chaqueta - le digo. Ella asiente y acepta.

Una vez que llegamos me deshago de la vestimenta y me pongo cómodo con mi jersey y pantalones negros y me coloco la máscara ya que comienzo a notar que las quemaduras vuelven a intentar resurgir de mi piel, ya que ha pasado el efecto de la crema regeneradora. También me coloco la peluca.

Evey se quita los zapatos y se sienta en el sofá. 

-V... - me llama con suavidad.

-¿Sí? -le pregunto acercándome a ella.

-¿Te duele..? - me dice señalándome la cara.

-Tranquila querida, esto no es nada con todo el dolor que he tenido que sufrir - le digo mientras le coloco un mechón de pelo rebelde detrás de su oreja.

Ella hace un mohín preocupado y la estrecho contra mí. Se deja hacer.

- Me gustaría enseñarte algo... - le digo mientras me acerco a una de las estanterías para coger una foto de mi hermano.

Ella curiosa se me queda mirando.

Lo que estoy a punto de contarle, la dejará helada pero sé que hará que nuestra relación se torne más confiada...  

Por lo que me siento y comienzo a contar midiendo mis palabras, lo siguiente...


You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Mar 29, 2021 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

V DE VENDETTA II "El Renacer"Where stories live. Discover now